La ESL ha oficializado que el Pro Tour pasará por Brasil en 2020. Por primera vez en la historia de la competición se disputará un Major en Latinoamérica. Desde el 11 de mayo hasta el 24 los fanáticos del juego podrán disfrutar de esta final donde los 8 equipos se enfrentarán para levantar o revalidar el título.

Los Minors regionales se empezarán a realizar a finales de abril para decidir qué equipos llegarán a clasificarse al 11 e intentar superar a Astralis en 2020 y arrebatarle el tricampeonato.

La rivalidad entre los aficionados de Fnatic y Astralis volverán a tener una razón más por la que discutir, el Major de Brasil pondrá a los 2 equipos enfrentados con la idea de empatar el número de títulos (en caso de que Fnatics lo gane) o ampliar el margen que tiene (si Astralis lo volviese a ganar). El Major se trata del evento más importante, la cita donde los mejores equipos del mundo se disputan ser el único y mejor del mundo. Del 11 al 14 la Challenger se jugará enfrentando a los diez clasificados de los de la Minor y los seis que lograron su plaza en la Major de Berlín. Por otro lado, del 16 al 19, la fase Leyendas discurrirá en un enfrentamiento de los ocho mejores de la pasada edición y los mejores de Berlín. La gran novedad de este año es que solamente la fase Champions será en el recinto mientras que Challengers y Leyendas se realizarán fuera del escenario.

Por último, los playoffs de la competición estarán compuestos por ocho equipos que determinarán la fase de Campeones (21-24 de mayo) jugándose en el Jeunesse Arena de Río de Janeiro (sede donde se ha podido ver el Mid-Season de League of Legends o las finales de Rainbow Six Siege T8 Pro League).  El escenario se trata de un microestadio inaugurado en 2007 que alberga eventos de tal importancia, así como partidos de pretemporada de la NBA o siendo sede también de los Juegos Olímpicos en 2016. Este, a su vez, cuenta con 14.000 butacas para espectadores llegando a un tope de 18.000 en caso de ampliación.

Ulrich Schulze (vicepresidente senior de Productos de ESL) mostró su ilusión y esfuerzo volcados en el proyecto: “Estamos muy emocionados y orgullosos de ser los anfitriones del próximo Major en Brasil”. Además, añadió que el objetivo de posicionar el torneo en la capital del país Sudamericano era “dar una experiencia única” y “ampliar los lugares a los que acercar los esports en esta categoría”.

A pesar de la novedad del Major, Brasil se ha consagrado como una gran sede en los últimos años albergando todo tipo de eventos y finales. Además, la presencia de Counter Strike ya ha sobrevolado la capital carioca hospedando en 2016 las finales de la ESL Pro League en la temporada 4 y en Belo Horizonte en 2018 la ESL One.

Por su parte, el torneo será pieza fundamental para completar el Intel Grand Slam por lo que se trata de un proyecto ambicioso y no pasajero del mismo. El premio, a su vez, no es menor; hasta 1 millón de dólares se embolsará aquel equipo que sea capaz de lograr cuatro torneos (con un Major o Master Championship como mínimo) del ESL Pro Tour.

Con alrededor de 20 años de existencia Counter Strike está más vivo que nunca. Los niveles de audiencia en streams o canales de pago en los que se retransmite estos eventos han crecido exponencialmente y tras las finales de los últimos años la mejoría ha sido notable. La presencia de brasileños no formará parte de los playoffs, su tercera posición en el grupo B fue provocada ante la buena actuación de Furia y Team Envy. Su mejor jugador NikoM ha cambiado de equipo y forma parte del conjunto español x6tence.

Las entradas del torneo se pondrán a disposición del público a partir de hoy, 12 de diciembre y oscilarán entre los 17$ y 290$ siendo estas últimas las entradas VIP. Un precio que para los más modestos no sobrepasa las expectativas que tenían sobre ellas.

La ilusión de los jugadores de llegar a la final de Río y proclamarse campeones harán que durante la primavera saquen sus cuchillos y mejores reflejos para alcanzar el Major y bailar samba en los mapas.