La diversificación también llega al mundo de las grandes compañías tecnológicas. Las cinco que en la actualidad dominan buena parte del proceso de transformación digital en el que está inmersa la sociedad desde todos los puntos de vista (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) y que ya son conocidas como GAFAM, han visto negocio más allá de sus nichos primigenios para embarcarse en otros sectores.

Este paso ha provocado cambios en mundos como el de los seguros, el ejemplo más evidente es Amazon, o el del vehículo autónomo, con Google y Microsoft. Sin embargo resta todavía una materia en la que su influencia, a tenor de lo que dicen los expertos, puede suponer una gran revolución: la banca. 

La puerta de entrada a las GAFAM en este ámbito ha sido la entrada en vigor de la directiva europea PSD2 que, grosso modo, se encarga de regular los servicios de pagos digitales. A raíz de su transposición a las legislaciones nacionales en este año, las GAFAM contarán con una gran cantidad de datos, lo cual permitirá la creación de nuevos productos, soluciones o servicios innovadores.

Sumado a su enorme poder económico y experiencia en el mundo digital, esta información tiene un valor incalculable y el potencial de cambiar por completo la concepción que teníamos hasta ahora del sector bancario. 

Nuevos players

Los profesionales de la banca se muestran preocupados por la irrupción de estos nuevos players conocidos como “innovadores disruptivos” y, en concreto, según un estudio de PwC, el 88% de los trabajadores encuestados manifestaron su preocupación por la inminente llegada de las GAFAM al sector. 

Los líderes del sector son también conscientes de esta revolución y, por ejemplo, Ana Botín, presidenta del Banco Santander, en una entrevista con Financial Times afirmó que los competidores del Santander eran Google, Facebook o Amazon y no otros grandes bancos, como se podría pensar. Por su parte, Francisco González, presidente de BBVA, ratificó que la entrada en el mercado de grandes grupos digitales era una simple cuestión de tiempo. 

Aunque la oferta de este tipo de servicios por parte de plataformas como Amazon y Facebook puede llegar a parecer lejana, ya tenemos ejemplos reales en otros países de cómo pueden cambiar las reglas del juego en las instituciones financieras debido a la irrupción de un gigante tecnológico.

El ejemplo chino

Se puede encontrar un ejemplo en la aplicación china WeChat que, aunque nació en 2011 como un servicio de mensajería instantánea similar a WhatsApp, hoy en día permite realizar una amplia variedad de operaciones como pedir un taxi, concertar cita con el médico o realizar operaciones bancarias. Esta variada gama de servicios es una de las claves de su éxito arrollador: cuenta con más de mil millones de usuarios en todo el mundo. 

Si una de las GAFAM empezara a ofrecer un producto integral similar a WeChat, teniendo en cuenta su amplia base de suscriptores, la banca tradicional corre el riesgo de quedarse atrás al perder su valor diferencial, es decir, los datos. Ante esta situación, ¿qué pueden hacer los bancos?

“Los bancos deben reaccionar y posicionarse antes de que los líderes tecnológicos transformen por completo el sector, usando los datos que ya tienen de sus clientes para ofrecer soluciones que eviten su migración desde la banca tradicional hacia modelos innovadores más disruptivos. De momento las instituciones financieras cuentan con algunas ventajas, como la desconfianza que sienten muchas personas hacia lo digital, y más desde escándalos como el de Facebook”, en palabras de Eduardo Esparza, VP General Manager de Affinion.

A su juicio, “la banca tradicional ofrece cierta seguridad y garantías en este aspecto, una clara fortaleza a preservar y potenciar con soluciones, por ejemplo, como las que desarrollamos en Affinion. Sin duda hay una necesidad clara de ayudar al consumidor a que se sienta seguro y esté protegido ante las incesantes amenazas que atentan contra su identidad a diario”. 

Bancos sin oficinas

Al fenómeno de las GAFAM se suman los challenger banks, bancos que carecen de oficinas físicas, generalmente mobile only, y que cambian la forma de interactuar entre empresa y cliente.

Sin embargo, la banca sí parece haber sabido reaccionar ante su aparición. Por ejemplo, Santander creó Openbank, un banco exclusivamente online para ofrecer este servicio a sus clientes o, como respuesta a la aparición de Twyp por parte de ING para transferencias instantáneas de dinero, otros bancos como BBVA, Santander o Caixabank se asociaron para crear Bizum, integrándolo directamente en su apps.

Según Esparza, “no debemos centrarnos en frenar la irrupción de las GAFAM en las finanzas: es imposible. Sin embargo, se puede trabajar en innovar, para crear un ecosistema flexible y colaborativo, que dará lugar a una mejora del servicio y a una diferenciación dentro del sector que acabará beneficiando sobre todo a los clientes”. Para el responsable de Affinion, “el sector sobrevivió a los challenger banks y lo hará también a Amazon o Google. Al final todos saldremos ganando, pero hay que saber actuar a tiempo y adaptarse”.