No es la primera vez, ni será la última, que en el supermercado de aplicaciones de Google para Android aparecen herramientas que, lejos de ayudar o facilitar las cosas a quien se las descarga, le genera más de un dolor de cabeza. Tampoco es nueva la reclamación al gigante estadounidense para que ponga filtros exhaustivos a la hora de dar la bienvenida a apps para evitar males mayores.

Si unimos lo anterior (ese poco celo en el control) con la solución de mensajería instantánea más descargada del planeta, entonces el problema adquiere tintes cuasi apocalípticos. Porque es verdad que los amigos de la ajeno, online u offline, tratan de extraer rédito de cualquier situación. Y en el caso de WhatsApp, como si de una camisa de marca se tratara comprada en cualquier mercadillo a un precio un 80% inferior al habitual, también las falsificaciones persiguen a los incautos.

Parece pero no es WhatsApp

En el caso de la camisa, uno sabe que compra lo que no debe, es decir, que es falso. Sin embargo, en el supuesto de WhatsApp, normalmente quien se descarga una aplicación en la que aparece el nombre de la marca lo hace creyendo que pertenece a ella.

Esto es lo que ha ocurrido con una herramienta que, hasta hace bien poco, aún estaba operativa en el supermercado de apps de Google.

Con el nombre de WhatsApp en su título y la imagen del teléfono verde como cebo, son muchos los usuarios que se han fiado y se la han descargado. Tantos como más de un millón, que en este caso concreto lo único que encontraban era una herramienta insulsa, sin posibilidades y funcionalidades y, eso sí, cargada de publicidad.

Para eliminarla

Antes de eliminarla, debes cerciorarte si la tienes en tu smartphone. Para ello, acude a Ajustes y desde ahí a Aplicaciones. Si la que te aparece es la original, te has librado. Si, por el contrario, junto a esta se encuentra otra que aunque lo parece no lo es, debes suprimirla cuanto antes.

Para ello, siguiendo los mismos pasos, una vez en Aplicaciones descargadas te da la opción de eliminarla.

En más de una ocasión a Google se le han colado apps que, con apariencia inofensiva, escondían en realidad malwares o programas espía. La compañía lleva tiempo intentando paliar esto y, cuando alguien detecta una herramienta sospechosa, si se confirman las dudas, suele actuar con rapidez.

No obstante, una vez más, para que no te den sustos, a la hora de descargarte una aplicación ten en cuenta que muy pocas, salvo excepciones como la mencionada WhatsApp -y veremos si no cambia-, suelen ser gratuitas aunque así se vendan.

Lo mejor es recurrir al sentido común y, en caso de sospecha, optar por no descargarla.