Emprender es una aventura”, me dice Eneko Calvo. Y, en ese camino de sorpresas, a veces te encuentras con algunas agradables. Como, por ejemplo, descubrir que tu idea puede hacer más fácil la vida de muchas más personas de lo que creías.

Son los creadores de una lupa y dos aplicaciones que dan autonomía a las personas con dificultades para leer

Eso es lo que les pasó al propio Calvo y su compañera Apurva San Juan. Ya los conocimos hace algo más de dos años, cuando nos presentaron su proyecto LUP, una lupa y dos aplicaciones que “ayudan a ganar autonomía a las personas con dificultades para leer”.

Todo lo que vives, lo que yo he vivido, las experiencias, merecen la pena

Cualquiera puede emprender

Cuando le pregunto a Calvo si recomienda emprender, responde: “Seguro que sí. Todo lo que vives, lo que yo he vivido, las experiencias, merecen la pena. Puede salir mejor, pero las experiencias y el aprendizaje merecen la pena. Se lo digo a mi hermano pequeño, que pruebe. Si yo lo he conseguido, que no soy un cerebrito ni un crack, soy una persona normal, que ha utilizado la inteligencia para aprobar y salir adelante. Cualquiera puede hacerlo”.

Más de lo esperado

El proyecto, que nació como un trabajo de fin de grado, arrancó con la idea de una lupa que ayudase a las personas con problemas de visión. Sin embargo, una vez que la pusieron en práctica, la respuesta de los usuarios fue “bastante buena y sorprendente”, me cuenta Calvo.

Los datos cambiaron el enfoque proyecto “porque al principio nos enfocamos solo a clientes que tuviesen problemas visuales”. El propio mercado se encargó de señalar el rumbo correcto, tal y como me explica, porque “nos está diciendo que le viene bien también a personas con dislexia, que es otro tipo de problema para leer.

Nueva estrategia

Calvo relata las implicaciones de esta respuesta de los clientes: “Es muy bueno, pero a la vez te obliga a repensar toda la estrategia. Que lo detecte el mercado es lo mejor, porque ya validas que sirve y es un nicho que puedes ocupar”.

Ahora mismo, la compañía cuenta con tres productos: la lupa y dos aplicaciones móviles, “que tienen una visión parecida a la lupa, de accesibilidad y que faciliten la lectura”.

Sin embargo, no se pueden acometer todos los frentes con la misma energía: “Nos centramos en la lupa porque los recursos son limitados. Tenemos pensados nuevos productos y estamos haciendo prototipos. Pero todavía es pronto”.

La tormenta perfecta

Para emprender, según sus palabras, tiene que producirse una especie de tormenta perfecta: “Cuando empezamos con el proyecto, estaba trabajando en otras dos empresas para poder sobrevivir. Teníamos la mentalidad y las ganas. Era el momento para arriesgar. Todo se junta: el momento, las ganas, la inquietud por aprender cosas y enfrentarte a problemas a los que en una empresa no te enfrentarías”.

Y ese es uno de los puntos que “más motiva: el aprendizaje. Por tener que moverte en ámbitos como economía, proveedores… que en la carrera no me habría planteado”.

Y, sobre todo, “es una aventura en la que no sabes qué va a pasar de un día para otro. Y eso te motiva”.

Emprendimiento diferente

Somos un poco raros en el ecosistema emprendedor”, dice. “Porque lo habitual es hacer un modelo SAAS, creas un aplicativo y lo empiezas a implementar. Nuestro proceso es mucho más largo, porque estás creando algo físico y estás metiendo, dentro de la complejidad que tiene el emprendimiento, la fabricación, el material, el diseño de electrónica y software… Un montón de variables diferentes”.

Eso hace que sea “bastante más complicado. Sobre todo, la mejora y la escalabilidad. El producto va mejorando y evolucionando poco a poco, pero cuesta mucho más hacerlo, porque requiere de más recursos y tienes más limitaciones técnicas”.

Asegura que “lo más complicado en estos dos años no ha sido solo una cosa. En diferentes etapas ha habido cosas. Cuando empezamos con la industrialización, lo más complicado era conseguir la financiación, porque hemos desarrollado todo desde cero, no hemos utilizado productos comerciales que se puedan adaptar. Todo está diseñado única y exclusivamente para nosotros”.

Presente y futuro

A pesar de todas esas dificultades, el proyecto es un éxito: “Salimos al mercado en septiembre de 2024, no llevamos ni un año. Empezamos yendo a clientes finales que compran en la web y se lo enviamos”.

Todo cambió cuando “cerramos un acuerdo con Federopticos, que nos hizo poder acceder a muchas ópticas. Nuestro foco es afianzarnos en las ópticas, hacernos un hueco en los escaparates para que la gente nos conozca y relacione nuestro producto con ir a una óptica”.

Los planes para el futuro pasan por “introducirnos más en instituciones, tanto públicas como privadas. Hemos empezado con bibliotecas públicas, residencias y centros de día”.

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