Hoy se celebra el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, como cada año desde 1969 para conmemorar la fundación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la firma del primer Convenio Telegráfico Internacional en 1865.

Y, por supuesto, en El Telescopio no podíamos dejar de celebrarlo. Aunque quizá este año sea algo diferente porque, como destaca Naciones Unidas, “la crisis de la COVID-19 ha subrayado el papel fundamental de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el bienestar de la sociedad a largo plazo y ha puesto de manifiesto la marcada desigualdad que existe entre países, así como a escala nacional, en el plano digital”.

La pandemia ha destacado la importancia de las TIC en el desarrollo y las desigualdades

Salir de la pobreza
“La crisis de la COVID-19 ha subrayado el papel fundamental de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el bienestar de la sociedad a largo plazo y ha puesto de manifiesto la marcada desigualdad que existe entre países, así como a escala nacional, en el plano digital”, explica Houlin Zhao, Secretario General de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones [UIT].

Tecnología para el futuro

Uno de los ejemplos de cómo la tecnología puede cambiar un país es Vanatu. Este pequeño archipiélago, situado en el Pacífico Sur, a menos de dos mil kilómetros de Australia y con una población de unas 300.000 personas, acaba de abandonar la lista de países en vías de desarrollo.

Lo ha conseguido, a pesar de las enormes dificultades, en buena parte gracias a su apuesta por la tecnología. Y eso que el reto incluía superar el ciclón Harold, de categoría 5 en pleno confinamiento en abril de hace un año.

La tecnología digital se ha convertido en facilitador del desarrollo

Tecnología para el futuro
¿Qué papel ha jugado la tecnología? Según Naciones Unidas, “el éxito del país se basa en la calidad del liderazgo y su constante esfuerzo en el desarrollo, con la decisión estratégica de abrazar la tecnología digital como facilitador del desarrollo”.

Según explica la ONU, Vanatu ha tomado la decisión táctica de invertir en la infraestructura digital y aplicaciones para los servicios del estado: “A lo largo de los años, el país también ha progresado de forma constante en el desarrollo y el fomento de las políticas digitales y los esquemas regulatorios, capacidades de ciberseguridad y resiliencia para responder a los desastres naturales recurrentes”.

El resultado ha sido que el PBI de Vanatu se ha estimado en 2.913 dólares, con un crecimiento del 3,8 por ciento, por encima del umbral de país en vías de desarrollo. Se ha situado en el puesto 140 de un total de 189 naciones incluidas en el índice de desarrollo de la ONU, lo que la sitúa en la categoría de desarrollo medio.

Se espera que la utilización de servicios digitales mejore las condiciones de vida

Un paso má
En la actualidad, el gobierno de Vanatu ha dado un paso más y se ha embarcado en la creación de un programa de islas inteligentes para el archipiélago, que supone “el desarrollo e implementación de un marco que está guiado por la demanda, centrado en el usuario, flexible y enfocado en la sostenibilidad, escalabilidad y colaboración multisectorial”.

Se espera que la utilización de servicios digitales “mejore las condiciones de vida de los miembros de la comunidad de la isla. El estado espera que el proyecto tenga como resultado un alcance mayor y un mejor servicio para reducir la desigualdad y generar más innovaciones socioeconómicas.

Vanatu, además, está utilizando la tecnología para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, “con una visión integrada de la transformación digital, orientada a las necesidades locales y el aprendizaje de la experiencia global en la aceleración de su curso hacia el próximo hito en su desarrollo”.

Un buen ejemplo
El ejemplo de Vanatu ya está siendo aprovechado por otras naciones de la zona. La UIT ha creado una alianza con Kacific Broadband Satellites Group para fomentar la capacidad de conexión de las islas estado del Pacífico, en especial las más remotas y alejadas.

El proyecto se apoya en las comunicaciones por satélite para incrementar la conectividad. De esa forma, se espera impulsar el desarrollo socioeconómico en la región. Por ejemplo, proporcionará acceso a la educación online para la población infantil de Samoa. Y, sobre todo, servirá para contar con redes de comunicación estables cuando se produzcan desastres naturales.

Efectos beneficioso
Está claro que la tecnología ha tenido muchos efectos beneficiosos en el mundo, pero la ONU no olvida otros negativos: “la desinformación, el acoso, los ciberataques, el fraude y una larga lista de otros problemas sociales, legales y técnicos”.

Sin embargo, eso no debe ser óbice para continuar avanzando en el desarrollo, porque -como recuerda Naciones Unidas- “la accesibilidad es un gran reto tecnológico. ¿Cómo conseguimos que sean útiles las herramientas digitales, especialmente aquellas que necesitan mecanismos de acomodación como los lectores de pantalla, descripciones auditivas, capturas automáticas, traductores y alternativas a los teclados?”.

La repuesta puede estar en la armonización a través de la creación de estándares globales y en fomentar la confianza en las transacciones online. “El reto que afrontamos es identificar y actuar en el mayor número de esas oportunidades que podamos”.