Ya está aquí el foro de Davos, la reunión más importante del año [por lo menos, en teoría] en materia de sostenibilidad. No sabemos qué decisiones se tomarán en esta semana, pero el Foro Económico Mundial [WEF, por sus siglas en inglés], que organiza la cumbre, ya ha lanzado un aperitivo.

Se trata del documento Medidas drásticas para cerrar la brecha en la acción por el clima: una llamada al cambio sistémico por parte de gobiernos y corporaciones. Detrás de un título tan rimbombante, lo que se esconde son las estrategias necesarias para alcanzar las metas marcadas para frenar el cambio climático.

La ventana para alcanzar los 1,5º centígrados se está estrechando rápidamente

Alto riesgo

“Como destacábamos en nuestro anterior informe, la ventana para alcanzar los 1,5º centígrados se está estrechando rápidamente; e incluso mantenernos muy por debajo de los 2º centígrados está en alto riesgo”, señala Patrick Herhold, director general y socio senior de Boston Consulting Group, la compañía que ha colaborado en la elaboración de estas medidas.

Herhold asegura que para conseguir el objetivo de 1,5ºC, “la ruta exigen una reducción del 7% en las emisiones anuales, lo que supone un cambio brusco en relación al incremento del 1,5% anual que hemos visto en los últimos años”.

El mayor reto de la Humanidad está lejos de ser resuelto

El mayor reto

El documento afirma que la lucha contra el cambio climático es “el mayor reto de la Humanidad” y que está “lejos de ser resuelto”. Aunque reconoce que se han producido avances desde los acuerdos de París: la previsión de incremento de temperatura en el año 2100 se sitúa ahora en 2,5ºC, frente al rango entre 3,7º y 4,8º previos a esa cumbre.

Durante la pasada COP28, se produjo un reconocimiento global “sin precedentes” de la necesidad de realizar la transición para dejar atrás los combustibles fósiles. Además, se alcanzaron nuevos compromisos para  triplicar el uso de energía renovable y duplicar la eficiencia energética de aquí a 2030.

También se produjeron avances en materia de financiación. Por un lado, en lo referente a la mitigación y pérdidas y daños en el Sur Global, entre otras regiones. Por otro, las políticas en este sentido “también se están expandiendo, mientras que la eólica, solar, fotovoltaica y los vehículos eléctricos [EV] continúan superando las proyecciones de capacidad”.

Gobiernos y corporaciones tienen la oportunidad de frenar el cambio climático

Diez prioridades

El documento establece diez prioridades: cinco de las que son responsables los gobiernos y cinco que deben afrontar las corporaciones. Entre las primeras, destaca el “cierre de la brecha de más de 600 gigatones en ambición y acción climática”.

En este sentido, es necesario “mover los objetivos de cero emisiones netas a 2050 o antes; e incrementar el apoyo financiero y técnico de los países de mayores ingresos a los de menores ingresos”.

Si el progreso continúa siendo demasiado lento, habría que considerar medidas más drásticas

Precio al carbono

La segunda medida se centra en marcar un precio al carbono y maximizar los incentivos para que las cadenas de suministros públicas sean “verdes”. Además, es preciso quitar los obstáculos como cuellos de botella en las cadenas de suministro, brechas de habilidades y falta de confianza social.

El documento señala que “si el progreso continúa siendo demasiado lento, habría que considerar medidas más drásticas, como la prohibición o la adaptación masiva de determinadas tecnologías y eliminación de inversiones”.

Corporaciones

En cuanto a las medidas que afectan a las grandes corporaciones, el informe señala que “el sector privado tiene un responsabilidad y oportunidad enorme para acelerar. Las compañías pueden y deben liderar el impacto sistémico, más allá de sus iniciativas internas”.

Por tanto, deberían en primer lugar “descarbonizar sus cadenas de suministros, a base de comprometerse a la priorización de productos verdes, demandar mayor compromiso por parte de los proveedores, co-formar y co-invertir con ellos y desplegar programas de apoyo a gran escala”.

Disrupción

Además, el estudio propone “disrumpir los mercados con alternativas verdes de éxito, que reten al status quo; y mayor transparencia en emisiones”.

La tercera medida para las corporaciones hace referencia a la necesidad de transformar sectores enteros a través de la asociación entre empresas o iniciativas que creen nuevos estándares de etiquetado.

Además, es preciso extender esa colaboración entre diferentes sectores, para aglutinar demanda verde o compartir inversiones en nuevas tecnologías.

El WEF destaca la importancia de este tipo de empresas para presionar a los gobiernos y así convertirse en embajadoras de políticas más valientes que provoquen un cambio a gran escala, a través de la colaboración público-privada.