Fundación Aquae desarrolla el proyecto ‘Sembrando Oxígeno’ para plantar cara a los incendios que cada año, especialmente en verano, arrasan miles de hectáreas en España. El objetivo del programa, puesto en marcha en el año 2015, es sembrar árboles en zonas que hayan sufrido un incendio o que sufren pérdida de masa forestal y la consecuente sequía y desertificación.

Desde su creación, ya han plantado más de 10.000 y antes de que finalice 2019 sembrarán otros 2.500 árboles

Los arboles actuaran como “sumideros de carbono”, es decir, adsorberán el CO2 y a su vez generarán oxígeno. Por ejemplo, los 10.000 árboles plantados por Fundación Aquae hasta la fecha eliminarán más de 750 toneladas de CO2 en los próximos 40 años. Otro beneficio de los árboles: su colocación estratégica en áreas urbanas puede bajar la temperatura del aire entre 2 ºC y 8 ºC.

Infografía. Incendios forestales España Fundación Aquae
Infografía. Incendios forestales España Fundación Aquae

Incendios forestales

De esta manera, en lo que va de año se han registrado 4.969 conatos, 2.810 incendios y nueve Grandes Incendios Forestales, es decir, cada uno superó las 500 hectáreas quemadas. Por lo que, todos estos siniestros han quemado más de 55.000 hectáreas en nuestro país, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

El primer semestre de 2019 contrasta con las cifras de 2018, considerado el mejor año del siglo en materia de incendios forestales y el segundo desde que hay registros (1961): en 2018 se produjeron 7.146 incendios (43,19 % menos que en 2017) que quemaron 25.162 hectáreas (86,03 % menos que en 2017). Estos tres Grandes Incendios Forestales, que supusieron el 20,97 % de la superficie total calcinada en 2018, se registraron en Santa Columba de Curueño (León), donde en mayo de 2018 ardieron 645 hectáreas; en Nerva (Huelva), con cerca de 1.500 hectáreas quemadas; y en Llutxtent (Valencia), donde el fuego arrasó más de 3.100 hectáreas.

España es uno de los países de la Unión Europea más afectados por los incendios forestales y el segundo del Mediterráneo (por detrás de Portugal), un problema que amenaza con intensificarse debido a los efectos del cambio climático. Solo en 2017 y 2018 los incendios han provocado 225 víctimas mortales entre Portugal, Grecia y España. “Un factor clave es el estrés hídrico de la vegetación, como consecuencia de la sequía, por lo que muchas plantas y árboles secos o muertos arden con facilidad por la escasez de lluvias”, ha explicado Oriol Vilalta, creador de la Fundación Pau Costa y emprendedor social de la Red Impulsores del Cambio (RIC), promovida por Fundación Aquae y Ashoka, entre otras organizaciones.

Costa: “El abandono del medio rural y los usos tradicionales de los bosques ha incrementado la superficie de masas jóvenes y arbustivas; y la urbanización y los usos recreativos del monte se traducen en un mayor riesgo de ignición”

Incendios de “sexta generación”

Los incendios que se registran en nuestro país suelen ser de segunda generación y quinta generación tras alcanzar núcleos urbanos, estos mega fuegos multiplican exponencialmente sus focos. Cuando un fuego supera una velocidad de 4.000 hectáreas por hora, entre seis y doce veces la velocidad de un incendio normal, e, incluso, tiene tanta fuerza que es capaz de generar tormentas de fuego, se le denomina de “sexta generación”. Se trata de incendios tremendamente virulentos y con cientos de focos que generan un efecto multiplicador.