La leyenda de la NBA y poseedor de seis anillos de campeón, Scottie Pippen, fue el invitado del pasado miércoles al plató de La Revuelta. El que fuera jugador de los Chicago Bulls acudió a Madrid para presentar el primer All Star Inclusivo: una jornada de deporte inclusivo que reúne a jugadores de baloncesto con y sin discapacidad en un partido. El escudero de Michael Jordan durante la década de los 90 recordó aquella etapa de gloria en el programa: “Una de las mejores épocas del baloncesto, ganamos seis títulos y todavía no ha habido nadie que lo haya superado”.
Además de su presencia en el show de TVE, Pippen le concedió una entrevista al diario Marca, en la que habló de su relación con Jordan: “Nunca fue una relación muy cercana. Pero cuando jugábamos, teníamos gran química. Así es este negocio. Igual con Phil Jackson. Ya no somos amigos cercanos. Así es la vida, las cosas cambian”. En el programa de David Broncano, desveló que aún se reúne con algunos de sus compañeros de la época, pero Jordan no está entre ellos: “Él nunca viene. Tiene a su propia gente, juega con distintos golfistas. Han pasado muchos años”.
La conexión entre Scottie Pippen y el hijo de Jordan
Si la rivalidad soterrada entre Michael Jordan y Scottie Pippen ya se había reavivado en los últimos años por declaraciones cruzadas y la forma en que se narró la dinastía de los Bulls en el documental The Last Dance, un episodio de la vida privada añadió todavía más tensión a esa relación. Se trata del romance entre Marcus Jordan, hijo del legendario 23, y Larsa Pippen, exmujer de Scottie, con quien estuvo casado más de dos décadas y tuvo cuatro hijos.
La relación entre Marcus y Larsa salió a la luz en 2022 y, desde entonces, ha sido objeto de gran atención mediática en Estados Unidos. Aunque ambos insistieron en que su vínculo era “algo natural” y que el apellido no debía condicionar sus sentimientos, el peso simbólico era innegable: el hijo de Jordan saliendo con la exesposa de su inseparable compañero en los años de gloria de Chicago.
Para muchos aficionados, aquel romance puso en evidencia las distancias irreconciliables entre Pippen y Jordan. De hecho, en entrevistas recientes, Scottie ha mostrado un tono crítico hacia la figura de Michael, asegurando que su excompañero fue “ensalzado de manera desmedida” y que el éxito de los Bulls fue también fruto del trabajo colectivo. La relación entre Larssa Pippen y Marcus Jordan terminó en 2024 y, recientemente, la exmujer del mítico 33 habló acerca de ella: “No me preocupo por otras personas. No tengo nada que decir en su contra. Siento que cuando dejo una relación, no me importa lo que haces. Estoy ya en mi propio camino, haciendo mis propias cosas. Dios me bendice en todos los caminos que tomo”.
Scottie Pippen: el escudero perfecto convertido en leyenda
Scottie Pippen ha declarado en varias ocasiones que el éxito es compartido y que no depende de un solo jugador. Nacido en 1965 en la pequeña localidad de Hamburgo, Arkansas, su camino a la NBA fue todo menos convencional. No fue reclutado por grandes universidades, pero en Central Arkansas demostró un talento que lo llevó al draft de 1987. Seleccionado por Seattle Supersonics y traspasado de inmediato a Chicago, encontró en los Bulls su hogar y el escenario ideal para construir una carrera inolvidable.
La figura de Pippen está inevitablemente ligada a la dinastía de los Bulls de los años noventa y terminó convirtiéndose en el complemento perfecto de Michael Jordan. Sin embargo, reducir su papel a “escudero” sería injusto. Pippen fue un jugador integral, capaz de anotar, asistir, cazar rebotes y, sobre todo, defender con una intensidad asfixiante. Entre 1991 y 1998 ganó seis anillos de la NBA, siendo pieza clave tanto en los tres primeros títulos consecutivos como en la segunda trilogía tras el regreso de Jordan.
Más allá de los campeonatos, sus credenciales individuales refuerzan su legado. Fue elegido siete veces All-Star y en 1994, en ausencia de Jordan, se erigió como líder indiscutible de los Bulls, lo que le valió ser nombrado MVP del All-Star Game. Su impacto defensivo está respaldado por diez selecciones en los equipos All-Defensive, ocho de ellas en el primer quinteto. Pocos jugadores han personificado con tanta claridad el concepto de “jugador completo”: promedió en su carrera 16,1 puntos, 6,4 rebotes, 5,2 asistencias y 2 robos por partido.
Tras su salida de Chicago en 1998, jugó una temporada en Houston Rockets y cuatro en Portland Trail Blazers, donde aportó experiencia y liderazgo en plantillas competitivas. En 2003 regresó a los Bulls para cerrar un ciclo glorioso y retirarse en la franquicia que lo vio crecer. Su huella también se extiende al baloncesto internacional, con dos oros olímpicos en Barcelona 1992 —como miembro del histórico Dream Team— y en Atlanta 1996. Reconocido en 2010 con su ingreso al Hall of Fame, incluido entre los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA en 1996 y entre los 75 más grandes en 2021, Pippen consolidó un legado que trasciende su rol al lado de Jordan.