El derbi madrileño del pasado sábado no solo dejó consigo una goleada del Atlético de Madrid al Real Madrid. Una de las imágenes más comentadas del encuentro fue la de la afición rojiblanca ondeando una bandera con el escudo de la Roma. ¿El motivo? Los seguidores más radicales de ambos equipos guardan una relación de hermandad.

La bandera romanista no sale a pasear en cada partido de los colchoneros, pero, en el caso concreto del sábado, existió un motivo: el pasado martes, más de 100 seguidores de la Roma que portaban varios objetos susceptibles de ser utilizados como armas, fueron detenidos en la previa del encuentro entre los italianos y el Niza que tuvo lugar en la ciudad francesa.

Loa disturbios comenzaron en la plaza Massena, ubicada en el centro de la localidad, para luego trasladarse a la zona de Cours Saleya. La policía gala desplegó a más de 200 efectivos, que llevaron a cabo las detenciones. El partido, que se disputó el miércoles, finalizó con victoria visitante por un tanto a dos, aunque quedó ensombrecida por los hechos acaecidos durante el día anterior.

Durante el Atlético de Madrid-Real Madrid, además de una bandera con el escudo de la Roma, varios miembros del Frente Atlético realizaron una pancarta en solidaridad con los ultras italianos detenidos en Niza: “Libertad para la curva sud”, rezaba el mensaje. El cuadro rojiblanco no es el único que guarda una estrecha relación con los seguidores romanistas: el Panathinaikos griego también mostró su apoyo a estos durante el pasado fin de semana con otro cartel en su estadio.

¿Por qué ambas aficiones están hermanadas?

La relación entre los seguidores más radicales del Atlético de Madrid y los ultras de la Roma no surge de la casualidad, sino que se ha ido consolidando durante más de dos décadas. Ambos grupos comparten una filosofía basada en la pasión absoluta por su club, la fidelidad incondicional y un fuerte sentido de identidad territorial que trasciende los límites de la ciudad y, en este caso, de los países. Además, les une una marcada ideología de extrema derecha. Estos factores han propiciado que se reconozcan mutuamente como aficiones hermanadas dentro del panorama ultras europeo.

Los contactos comenzaron en los años 2000, cuando miembros del Frente Atlético viajaron a Italia para presenciar partidos de la Roma, y viceversa, estrechando vínculos durante desplazamientos, intercambios culturales y eventos internacionales. Con el tiempo, estos encuentros fueron acompañados de gestos de solidaridad en momentos críticos: asistencia en desplazamientos complicados, apoyo en sanciones o incidentes con las fuerzas de seguridad, y demostraciones visibles de fraternidad mediante pancartas y banderas.

Curiosamente, los ultras de los grandes rivales de ambos equipos, el Real Madrid y la Lazio, también guardan una estrecha relación entre sí. La Lazio es, históricamente, aliada del Real Madrid en ciertos círculos ultras y conocida por su violencia en los desplazamientos. Cada vez que hay un cruce entre cualquiera de estas aficiones enemistadas, el dispositivo de seguridad se refuerza por el temor a los disturbios que puedan causarse.

Así, la presencia de banderas, pancartas y mensajes de solidaridad no solo simboliza amistad, sino también la oposición compartida a ciertos grupos ultras rivales. La hermandad con la Roma y la enemistad con Lazio y Real Madrid funcionan como ejes que definen la identidad más extrema del Frente Atlético: lealtad interna y resistencia frente a adversarios, una tradición que se transmite de generación en generación dentro de la curva.

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