El director de La Vuelta a España, Javier Guillén, ha ofrecido una rueda de prensa este lunes en la que ha dado explicaciones sobre lo sucedido durante un evento marcado por una fuerte protesta propalestina, que forzó la cancelación de la última etapa. Esta ha sido motivada por la participación del equipo Israel-Premier Tech en el circuito mientras continua el genocidio en Gaza. También se anuló la ceremonia final, por lo que Jonas Vingegaard no pudo celebrar su victoria en el podio. Guillén ha lamentado lo ocurrido y lo ha calificado como “inaceptable”.

“Ha sido La Vuelta más dura. Nada en Turín hacía presagiar los términos que hemos tenido. La Vuelta es un gran evento mundial y eso es una de las razones por las que ha ocurrido esto”, ha señalado el director del circuito. También ha recordado que “no hay ni una sola federación internacional que haya vetado la presencia de Israel en sus competiciones, tampoco la Unión Europea”.

Guillén se ha escudado en la posición que ha tomado la Unión Ciclista Internacional (UCI), que era mantener al equipo hebreo en La Vuelta: “La posición de La Vuelta es clara: nos guiamos por la normativa de la UCI. A esta le corresponde determinar la participación y exclusión de los equipos en las carreras. Nos hemos quedado ahí. Hemos estado centrados en lo que teníamos que hacer. Hemos tomado una posición de no entrar a debatir, es legítima. Nos hemos explicado hasta donde hemos podido”.

Respecto a lo sucedido en la etapa del pasado domingo, ha calificado la jornada como “lamentable”: “Los equipos tienen el derecho de participar y nosotros la obligación de organizar la carrera. Ayer fue un día lamentable, ahí están las escenas, fueron momentos muy duros. Al final es obvio que poco puedo añadir, que cada uno lo juzgue”. No ha querido hablar sobre las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien mostró su “admiración a un pueblo como el español que se moviliza por causas justas como la de Palestina". Guillén ha expresado que “todos tenemos claro quién ha llamado al boicot”.

Al ser cuestionado sobre el apoyo ofrecido por parte de las autoridades políticas, ha explicado que “la relación con el CSD ha sido constante”: “Hemos tenido los apoyos que necesitábamos. El Consejo ha entendido que no podíamos hacer nada. Interior nos ha provisto con la seguridad que necesitábamos. He tenido el apoyo de mi empresa”.

Ha rehuido de especular sobre el arranque del próximo Tour de Francia en 2026, que comenzará en Barcelona: “Tenemos que llevar a cabo una discusión interna. La Vuelta ha sido un elemento para hacer una reflexión. No quiero especular con el inicio del Tour 2026 en Barcelona. Espero que todo se solucione en Gaza, ojalá que el conflicto haya concluido, por una cuestión humanitaria”.

Javier Guillén en el ojo de la tormenta

Javier Guillén, director general de La Vuelta a España desde 2008, está en el ojo del huracán estas semanas. Su figura, hasta ahora valorada por asumir con mano firme la organización de una de las grandes vueltas por etapas, está siendo cuestionada a raíz del volcán de críticas suscitado por las protestas propalestinas durante La Vuelta 2025. El madrileño ha sido durante años la cara visible de la carrera española como máximo responsable de Unipublic, empresa organizadora de La Vuelta.

Si bien Guillén no estaba libre de críticas antes de 2025 —por ejemplo, respecto a la dureza de los recorridos, elección de ciudades sede, pruebas contra el dopaje, compromisos con patrocinadores—, lo que está viviendo con la edición de este año ha elevado la tensión a niveles hasta ahora poco vistos. Además, la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en su coche durante la etapa, suscitó fuertes críticas en redes sociales. Ayuso se había realizado fotografías poco antes con el equipo de Israel-Premier Tech.

Esto se ha entendido desde varios sectores como una provocación, ya que durante los días previos a la etapa se anunció la presencia de un fuerte dispositivo policial desde la Comunidad de Madrid que hizo subir la tensión ya existente. Además, tanto Ayuso como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, han negado en varias ocasiones que en Gaza esté ocurriendo un genocidio.

Además, tanto Ayuso como Guillén han difundido que la integridad de los cliclistas que han participado en La Vuelta ha estado en peligro. Este último, en la rueda de prensa antes mencionada, se contradijo afirmando que, durante la etapa del domingo, hubo caídas de ciclistas ocasionadas por una invasión de calzada para, unos minutos después, recordar que "ha habido caídas de ciclistas, no ayer, sino anteriormente a ayer". 

Todo ello ha provocado que Guillén pase de ser visto como un organizador competente y firme, a un gestor cuyas decisiones son escrutadas no sólo por su eficacia logística, sino por su sensibilidad ética, política y su capacidad para equilibrar deporte, derechos de manifestación, seguridad y valores sociales.

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