En los debates electorales no solo cuenta lo que se dice sino cómo se dice, el lenguaje verbal y el corporal.  Y a pesar de que un candidato pueda haber hecho buenas intervenciones al final, el debate se gana en el ‘postdebate’, es decir, en lo que queda en el “imaginario colectivo”.

Por eso los candidatos saben que es importante “no fastidiarla”, “no hacerlo mal”. Lo dice Diego Crescente, experto en comunicación política de MAS Consulting, que ha analizado el debate entre Rajoy , Sánchez, Iglesias y Rivera para ELPLURAL.COM.

Según Crescente “nunca vamos a ver a un Pablo Iglesias más conservador que el que vimos ayer”. El líder de Podemos fue “moderado en su lenguaje y conservador, hizo exactamente lo que se tiene que hacer si atendemos a los manuales de comunicación política”; repitió mensajes claros (“yo no soy el adversario, Pedro”), utilizó datos más “cercanos” (con referencias a la ‘pobreza energética, a las familias en riesgo de exclusión) aunque “su minuto de oro no fue el más brillante”, añade Crescente. “Le hemos visto mucho mejor en otras ocasiones”

En cuanto a Mariano Rajoy , Diego Crescente considera que el presidente del gobierno en funciones “se salvó” e incluso entiende que fue el ganador “ a los puntos” en el bloque económico a pesar no sentirse cómodo: Rajoy recurrió a sacar fichas y a leer datos una y otra vez “, algo que, según Crescente, un candidato “jamás debe hacer”: no tiene que leer, tiene que “interiorizar” esos datos.

Sánchez, el más presionado

Para Diego Crescente el candidato socialista fue el que más presionado llegó al debate. “Era el que más difícil lo tenía y el que más tenía que perder”, Por un lado los socialistas tienen muy presente el trasvase de votos que el pasado de diciembre fueron desde el PSOE hacia Podemos y, por otro lado, Sánchez no quería cometer un error como el del pasado ‘cara a cara’ con Mariano Rajoy, aquel “indecente” que, a final, es lo que, en el ‘imaginario colectivo’ se recuerda del debate. “Yo no creo que en el anterior debate Sánchez hubiera sido muy agresivo con Rajoy, no fue un ataque directo a su persona sino a su gestión”, precisa Crescente. Sin embargo, “ayer le vimos muy parado, no quería un debate directo con Rajoy para no cometer ese error”.

Diego Crescente cree, además, que el líder socialista “no supo gestionar bien ni la identificación de adversarios ni la búsqueda de aliados”. Según este experto Sánchez debería haberse apoyado más en Albert Rivera.

Rivera, de menos a más

Sobre el candidato de Ciudadanos, Diego Crescente señala que Albert Rivera fue “de menos a más”. En el primer bloque, el económico, Rivera “estaba desaparecido” y no fue hasta después de la pausa, tras hablar con sus asesores, cuando comenzó a hacer alusiones directas a Rajoy y a Pablo Iglesias, cuando “se hizo notar”. Para Crescente el de Rivera fue el “minuto de oro más brillante”, apelando “no al nosotros colectivo de Iglesias ni a la resistencia de Rajoy” sino a la emoción, a la ilusión.

 Propuestas

Diego Crescente considera que el debate de este lunes no sirvió para clarificar propuestas porque era un debate dirigido a “no hacerlo mal”: “Saben que no van a ganar votos por muy bien que lo hagan, va muy dirigido a sus bases, a afianzar, a movilizar”. Este debate a cuatro es un “hito” por el formato y porque no va a haber más en esta campaña; los candidatos iban a “echar el resto, era su momento, el ansiado encuentro Iglesias-Rajoy, y el resto, luchando por estar presentes”.

Para Diego Crescente no hubo un claro ganador del debate pero sí un perdedor: Pedro Sánchez, que estuvo ausente, “sorpassado”.