La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha vivido este martes uno de los momentos más incómodos de su carrera. La máxima responsable de la Comisión Europea acudía a una reunión en Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Al contrario de lo que ocurre en el resto de reuniones de este tipo, Von der Leyen fue relegada a un segundo plano. El problema aparece cuando en la sala de reunión solo hay dos sillones, reservados para los máximos representantes del encuentro. En este caso se sientan el presidente Erdogan y Michel, jefe del Consejo Europeo. Detrás queda la presidenta de la Comisión Europea de pie, incómoda y con un ligero “ehmmm” que demuestra su incomodidad. 

Ante esto, Von der Leyen debe sentarse en el sofá situado al lado de las dos sillas, reservado habitualmente para los representantes de segundo nivel que acuden a dichas reuniones. Este trato ha provocado el malestar de su equipo, que ahora se pondrá en contacto con los responsables de protocolo para pedir explicaciones.

La reunión estaba convocada precisamente para abordar la salida de Turquía del Convenio de Estambul, un tratado para combatir la violencia machista. Más allá de las explicaciones que tendrá que dar el Gobierno turco por este inaceptable comportamiento, las imágenes del incómodo momento han provocado las críticas de diferentes sectores de la sociedad.

¿Qué pasa cuando las mujeres dirigen la economía?

Reuters también ha querido pronunciarse y ha explicado lo que ocurre cuando las mujeres dirigen la economía, recalcando el número de directivas en los altos puestos nacionales e internacionales. Las mujeres ya ocupan puestos en las grandes economías mundiales, con ejemplos como la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen o la secretaria de Comercio, Gina Raimondo.

Estas mujeres ocupan los principales puestos en la nueva Administración Biden, donde también hay una importante presencia de mujeres entre sus asesores económicos y funcionarios del gabinete. Según Reuters, esto está afectando ya a la política económica estadounidense.

En cifras, Biden ha presentado un nuevo plan de gastos de 2,3 billones de dólares, donde se incluyen 400.000 millones de dólares para financiar la denominada “economía del cuidado”, destinada a apoyar trabajos en el hogar y en la comunidad que se ocupen del cuidado de niños y mayores, un trabajo que habitualmente ha estado ocupado por mujeres.

El plan Biden incluye también una importante inversión destinada a corregir las desigualdades raciales y entre las zonas rurales y urbanas, creadas por las políticas económicas, comerciales y laborales del pasado. Para la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, el enfoque en la “infraestructura humana” y el proyecto de ley de rescate de 1,9 billones de dólares se traduciría en mejoras significativas para las mujeres.

Este es solo un ejemplo del papel que tienen las mujeres en el ámbito político y económico. Según los expertos, la presencia de mujeres en altos puestos puede aportar una nueva perspectiva a la política económica, más orientada hacia la empatía y la estabilidad. Hasta 57 mujeres han ocupado el puesto de presidentas o primeras ministras de sus respectivos países en los últimos 50 años. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo en las instituciones económicas, que han estado controladas por los hombres en su gran mayoría.

Von der Leyen, Lagarde, Georgieva u Okonjo-Iweala

Algo que parece que está cambiando en la actualidad, con grandes líderes femeninos. Más allá de Estados Unidos, Christine Lagarde preside el Banco Central Europeo (BCE), Ursula Von der Leyen preside la Comisión Europea, Kristalina Georgieva lidera el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Ngozi Okonjo-Iweala lidera la Organización Mundial del Comercio (OMC). En cifras, 16 mujeres dirigen sus ministerios de finanzas y 14 de los bancos centrales del mundo.

Los informes aseguran que las mujeres llevan una mejor gestión de instituciones complicadas durante un periodo de crisis. “Cuando las mujeres están involucradas, la evidencia es muy clara: las comunidades son mejores, las economías son mejores, el mundo es mejor”, aseguraba la directora del FMI, Kristalina Georgieva.

Y no solo eso, sino que un estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología también ha reconocido que los estados gobernados por mujeres registraron menos muertes por coronavirus que los liderados por hombres. Asimismo, Harvard Business Review recalcaba que las mujeres obtuvieron mejores calificaciones en sus evaluaciones entre marzo y junio de 2020.

El FMI asegura en una investigación que, a pesar de que las mujeres representan menos del 2% de los directores ejecutivos de las instituciones financieras y menos del 20% de los miembros de la junta ejecutiva, aquellas instituciones dirigidas por mujeres muestran una mayor resistencia y estabilidad financieras.

Las mujeres ya representan un importante porcentaje de la fuerza laboral mundial, actualmente el 39%. Sin embargo, representan el 54% de la pérdida total de empleos, según un informe de McKinsey. Para asegurar la vuelta de todas estas mujeres al mercado laboral el FMI ha establecido objetivos cuantitativos, con el fin de que los países concentren el gasto de recuperación en salud, educación, protección social y empoderamiento de las mujeres. "Si no lo hacemos, corremos el riesgo de que las desigualdades se profundicen", aseguraba la presidenta del FMI.