El diálogo social atraviesa en las últimas semanas sus momentos de mayor tensionamiento en los últimos tiempos. El Gobierno ha chocado con los sindicatos esta semana por la propuesta de Seguridad Social de las bajas flexibles y el Ministerio de Trabajo mantiene su pugna con la patronal para conseguir un acuerdo de cara a reducir la jornada laboral. Este viernes, las tres partes se volverán a ver las caras y la materia a abordar será el tiempo de trabajo, que todavía no ha encontrado un punto en común.

Los agentes sociales se enfrentan entre ellos y la cartera liderad por Yolanda Díaz no está consiguiendo mediar. CCOO y UGT se concentraron hace dos semanas frente a la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para presionar en favor de la reducción de jornada; mientras, desde las organizaciones empresariales respiran tranquilos a sabiendas de que las mayorías parlamentarias podrían impedir la disminución del tiempo de trabajo aunque Trabajo y sindicatos decidiesen sacarla adelante con un acuerdo bilateral, como sucedió con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Optimismo tras la última polémica

El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, aseguró tras la última reunión que la patronal estaba mostrando una posición “más constructiva” y Díaz se muestra “optimista” de cara a este nuevo encuentro. Sin embargo, en el aire todavía flotan las palabras de la representante de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, tras la finalización del último encuentro. En la rueda de prensa posterior, la sindicalista lamentaba que cada vez estuviese más cerca la postergación de los objetivos un año, incumpliéndose lo pactado en el acuerdo de Gobierno.

“De lo que estamos hablando es de que las 38,5 horas se puedan aplicar en el 2025 y las 37,5 horas se puedan aplicar a partir del 31 de diciembre de 2025; es decir, en el año 2026”, trasladaba la sindicalista”, trasladaba Vicente.  “Por mucha prisa que nos demos en el proceso de negociación, falta un trámite parlamentario, que si conseguimos que sus señorías se pongan del lado de la ciudadanía y voten a favor de la reducción, será un trámite corto, pero también podemos situarnos en una posición distinta y el procedimiento puede ser un poquito más largo", lamentaba.

El Ministerio salió rápidamente a negar que estuviese “abierto” a emplazar las modificaciones a 2026. “Desmiento rotundamente que vayamos a posponer la entrada en vigor de la reducción de jornada. Como recoge el acuerdo de Gobierno: 38,5 en 2024 y 37,5 en 2025”, reaccionaba Pérez Rey, el más rápido, a través de sus redes sociales. "Es rotundamente falso", descartaba Díaz las palabras pronunciadas por la portavoz de CCOO, asegurando que el Ejecutivo “va a cumplir”. Si bien es cierto que la reducción para este año ya llegaría, de hacerlo, muy tarde

Mientras, desde la patronal ponen el foco en la productividad y en las diferencias sectoriales para argumentar su negativa. “Te dicen que esto es bueno para la productividad y que las encuestas dicen que esto (la reducción de jornada) le gusta a la gente. Y a mí, pero es que yo estoy en un puesto que me exige responsabilidad. Claro, si nos fijáramos en las encuestas, por qué no 20 horas, porque más gente diría que le parece bien”, trasladaba Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.

La titular de Trabajo, más allá del chascarrillo de Garamendi, ha respondido a las dudas sobre la aplicación en diferentes tamaños de empresa. “Sé muy bien, como ministra de Trabajo, que hay sectores clave, como es el comercio, donde una persona que tenga un pequeño negocio, una pequeña actividad, tiene más dificultades para esa reducción horaria a 37 horas y media", trasladaba en una entrevista. Asimismo, celebraba ver a la patronal “abierta a discutir” y aseguraba que no se levantaría de la mesa de negociación. “Tengo una paciencia infinita”, apuntaba.

Sin embargo, los sindicatos son algo menos optimistas y apuntan a que la CEOE está boicoteando la negociación. En esta línea han denunciado que los empresarios “se están amparando en la inestabilidad política" y bloqueando la medida en las mesas de negociaciones porque la patronal ha acordado con Junts "boicotear" la reducción de jornada si llega al Congreso. Como respuesta, CCOO y UGT han pedido al Gobierno ser "valiente" y reducir el tiempo de trabajo a 37,5 horas, ya que a la negociación le queda "un capítulo o dos".