Hasta la llegada de la pandemia, el espíritu de un plan de pensiones, era el de una buena ayuda para la jubilación, o una cobertura para los herederos, en caso de fallecimiento. Sin embargo, la situación de necesidad ha creado una nueva contingencia que hace necesario el rescate anticipado en edad profesional.

Los partícipes de planes de pensiones pueden rescatar su dinero si se encuentran en una situación de desempleo por un ERTE o de un cese de negocio como consecuencia de esta crisis de la Covid-19.

El plazo para hacer efectivo ese derecho, será de seis meses, es decir, de marzo a septiembre. Una vez que se solicita la devolución, el reembolso deberá efectuarse en siete días hábiles, pero se debe tener en cuenta el régimen fiscal, es decir, el año que viene podemos encontrarnos con una sorpresa desagradable en la renta.

Respecto a la presentación de la documentación, el decreto otorga cierta flexibilidad y recoge que, si no se pueden aportar algunos de los documentos que se exigen, se podrán sustituir con una declaración responsable

Por lo general, el banco invierte el dinero de los planes de pensiones en una parte fija y otra variable, la fija seguramente en deuda pública, y es ahí donde surge la complejidad a la hora de rescatar, puesto que si se produce una devaluación, el plan de pensiones pierde valor, es decir, se pierden euros de quien ha contratado ese plan.

Y por último, el partícipe del plan debe saber que el importe sobre ese rescate será parcial, y no podrá ser superior a los salarios dejados de percibir como consecuencia del estado de alarma.