El cinco de junio los suizos tienen una nueva cita con las urnas, dentro de las muchas a las que da oportunidad su sistema de participación ciudadana. Pero, en este caso, será para votar una propuesta que en España muchos han demonizado: la renta básica incondicional (RBI).
La propuesta, para la que ha sido necesario presentar 100.000 firmas, recoge dar una ayuda mensual de 2.500 francos, unos 2.250 euros, a cada ciudadano. Ésta se dedicaría a cubrir las necesidades básicas y reemplazaría ciertos beneficios sociales que ya reciben los suizos, según recoge la agencia Bloomberg.
Votarán que no
Por muy sorprendente que pueda parecer en otros países, las encuestas prevén que los suizos voten no a la propuesta de que todos los suizos reciban el 60% de la renta media nacional, lo que supondría que superasen el umbral de la pobreza, situado en 29.501 euros.
Uno de cada ocho suizos se encuentra por debajo del umbral de la pobreza, lo que en el caso de los pensionistas aumenta al 20%.
A dos velocidades
De aprobarse esta medida, Suiza sería el primer país del mundo en decidir que el Estado pague a todos sus ciudadanos una renta mínima, durante toda su vida, y con independencia de los ingresos que tenga.
Esta iniciativa se enmarca dentro del debate que está viviendo la sociedad suiza por considerar que se encuentra dividida en dos velocidades, al haber aumentado en los últimos tiempos las diferencias salariales. Uno de los orígenes de esto es la revolución digital y la desaparición de empleos que conlleva.