El 11 de julio de 2.012 el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, compareció ante el parlamento para anunciar solemnemente que incumpliría todos y cada uno de los puntos de su programa electoral. Desgranó una a una  una serie de medidas que suponían un ahorro para las arcas públicas de 65.000 millones de euros ante las caras de asombro -y de espanto- de la mayoría de los diputados de la oposición. Los diputados del PP aplaudieron a rabiar puestos en pié. Rajoy culpó de todo a la 'herencia recibida', pero ocultó que su inacción durante los primeros seis meses de su gobierno, sus intereses electorales, agravaron la herencia y colocó a España al borde de la bancarrota, con la prima de riesgo en 650 puntos básicos y sin que nadie quisiera prestar dinero a España. Ese fue el gran recorte, pero antes hubo otro, después de Semana Santa presentó unos Presupuestos Generales de Estado tan irreales que en Europa le llamaron a capítulo y él tuvo que llamar de urgencia a los ministros de Educación y Sanidad para aprobar un primer recorte de 15.000 millones solo en estos dos sectores. Luego vendrían más.

La herencia empeorada
Rajoy y el PP defiende al unísono que el gran logro del primer año de su Gobierno es "haber salvado a España del rescate",  hasta el punto de que Rajoy presume: "ya nadie me pregunta por el rescate". Se olvida que fue él y su nefasta gestión durante los primeros 7 meses de Gobierno quien colocó a España al borde del abismo. Sí, el actual Gobierno heredó una situación económica muy mala, y el PP lo sabía, de hecho basó su campaña en que los socialistas habían arruinado a España. Si pensaban eso ¿por qué prometieron en su programa electoral cosas que sabían que no iban a cumplir?. ¿Por qué no aprobaron unos Presupuestos creíbles nada más llegar al Gobierno?. Hay algunos hechos implacables que conviene recordar.

El camino que llevó al recortazo en 5 pasos
1.- Rajoy llegó a La Moncloa en diciembre de 2.011 y a pesar de la situación de emergencia económica no presentó unos Presupuestos Generales del Estado hasta después de las elecciones andaluzas, en abril de 2.012, para intentar gobernar esa Comunidad. En Europa no daban crédito y la indignación con Rajoy fue absoluta por supeditar los intereses del país a los intereses políticos del PP en una región. La prima de riesgo se disparó.

2.-Rajoy quiso demostrar que él mandaba y no se achantaba en Europa. En su primer viaje a Bruselas anunció, sin pactarlo con nadie, que España no cumpliría con el objetivo de déficit. La chulería en Bruselas no se consiente y la venganza fue fría: Alemania cerró el grifo y la prima de riesgo se colocó en 500 puntos básicos.

3.- El Gobierno decide subir el IRPF y no el IVA en contra del criterio de Bruselas. Cuando por fin presenta los Presupuestos resultan tan increíbles que el mensaje que recibe Rajoy es claro: o cumples o quiebras. Reunió de urgencia en Moncloa y un primer recortazo de 15.000 millones en Educación y en Sanidad sin pasar por el Consejo de Ministros.

4.- No fue suficiente. La desconfianza hacia Rajoy era total y absoluta. Su ministro de Economía había aprobado un primer decreto para la banca insuficiente y el escandaloso proceso de quiebra y nacionalización de Bankia llevó al Presidente del BCE, Mario Draghi a decir que se había hecho " de la peor forma posible". Rajoy en la oposición había votado contra la reforma laboral de Zapatero, una nadería comparada con la que ha aprobado el PP, y había votado contra la reforma de las pensiones pactada con sindicatos y empresarios. Otra nadería comparada con la que se avecina.

5. Y en julio de 2.012 llegó el mayor recorte de prestaciones sociales de toda la Democracia, medidas por importe de 65.000 millones. Incumplimiento total del programa electoral y la excusa perfecta: la herencia recibida. Una excusa que el PSOE no supo o no quiso rebatir porque a Rubalcaba le venía muy bien echar la culpa de todo a Zapatero para justificar su propia debacle en las encuestas.

Las consecuencias
El deterioro de la Educación y de la Sanidad públicas es evidente. Se han despedido a profesores y profesionales sanitarios y se han dejado desatendidos a los más débiles, los dependientes. Tras esa comparecencia de Rajoy los pensionistas pasaron a pagar parte de los medicamentos mientras todos los españoles pasamos a pagar íntegros multitud de medicamentos de uso muy común que el Ministerio de Sanidad sacó de la lista de los financiados. Los enfermos ahora tienen que pagar por ir en ambulancia o por llevar prótesis. Se subió el IVA reducido del 8 al 10% y el general del 18 al 21% (¡Ay aquella campaña de recogida de firmas de Rajoy y Esperanza Aguirre contra la subida del IVA!), se suprimió la desgravación fiscal por compra de vivienda y, por primera vez un Gobierno se atrevió a bajar el subsidio del paro, a partir del sexto mes las prestaciones se reducen a la mitad. No son todos los recortes aprobados, la lista sería enorme porque se recortó el presupuesto de todos los Ministerios.

La  gran consecuencia
Seis millones de parados según la última encuesta de población activa (EVA), la peor tasa y la más alta en casi 40 años de Democracia. La economía no solo no crece, sino que la recesión ha ido a peor. Y más consecuencias,  pérdida de poder adquisitivo de los españoles con los salarios más bajos y todo más caro, además de pagar por cosas que antes no pagaban, subidas de impuestos generalizadas, pérdida absoluta de derechos laborales mientras la deuda pública supera el 90% del PIB, el peor dato en 30 años, y Europa nos ha tenido que dar dos prórrogas en el año y medio de Gobierno de Rajoy para cumplir con el déficit. La peor, la dramática, el paro.