El precio de los carburantes encadena su segunda caída consecutiva por primera vez en lo que va de verano, aunque se mantiene hasta un 21,3% más caro que hace un año. El precio del medio del litro de gasolina ha descendido un 0,14%, para situarse en los 1,417 euros, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Por su parte, el precio medio del litro de gasóleo ha descendido retrocediendo a los niveles de principios de julio con una caída del 0,47%, hasta los 1,260 euros.

A pesar de todo, el llenado del depósito en esta semana es un 21,3% más caro, para el caso de la gasolina, y un 18,7% más elevado, en el gasóleo, que el de hace un año en las mismas fechas. 

En concreto, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta ahora 77,82 euros, es decir, unos 13,7 euros más que hace un año. En el caso de repostar con gasóleo el precio asciende a 69,3 euros, unos 11 euros más que en la misma semana de agosto de 2020. En lo que va de año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido casi un 18%, mientras que el del gasóleo remonta más de un 16%.

Este incremento en los precios de los carburantes viene de la mano de la recuperación del precio del crudo. De hecho, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para Europa, se sitúa este jueves en los 70,64 dólares, es decir, 60,05 euros,  mientras que el West Texas, de referencia para Estados Unidos, ronda los 67,61 dólares, es decir, 57,47 euros. 

Por su parte, el precio de la gasolina sin plomo de 95 está en España por debajo de la media de la Unión Europea (UE), situada en 1,538 euros el litro, y de la zona euro, con un precio medio de 1,591 euros. En el caso del diésel ocurre lo mismo: el precio en la UE es de 1,361 y de 1,384 en la zona euro. Esto se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.