Los propietarios de viviendas de uso turístico tendrán que identificar correctamente a los ocupantes a su llegada, así como entregar una lista a los cuerpos de seguridad del Estado, con el fin último de facilitar a las autoridades el rastreo y la trazabilidad de posibles contagios de coronavirus.

Así se desprende del protocolo elaborado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) en coordinación con el sector turístico y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. El protocolo ha tardado más que en otros sectores ya que, en este caso, parte de la legislación depende de cada comunidad autónoma.

En el diseño del protocolo han participado la patronal del sector, es decir, la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), los sindicatos UGT y CCOO y la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral (AESPLA).

El objetivo de este documento es proteger la salud de usuarios, trabajadores y residentes, con medidas que serán aplicadas en las viviendas de uso turístico gestionadas por empresas o particulares. Sea cuál sea el propietario, debe establecer un plan de contingencia para la aplicación de estas medidas higiénico-sanitarias.

Entres las medidas concretas citadas por el documento destacan que el propietario o la recepción ofrezca un pack de equipos de protección individual (EPI), compuesto por al menos mascarilla y gel o guantes.

Entrega de EPIs a los clientes

Asimismo, de cara a sus clientes, deberán informar que se alojan en viviendas de uso turístico que se encuentran en edificios residenciales, plurifamiliares o multifamiliares, compartiendo zonas comunes, con la obligatoriedad de respetar las normas de la comunidad, especialmente ahora por el riesgo de contagios.

En este caso, el pack de EPI deberá entregarse antes de entrar al edificio y el cliente estará obligado a utilizarlo. En el momento de la recepción y acogida deben facilitarse las llaves o tarjetas de acceso desinfectadas, además de mantener la distancia mínima de seguridad entre clientes y empleados.

De cara a los trabajadores que realicen las tareas de limpieza y desinfección, el protocolo recomienda implementar un control horario para no coincidir entre ellos. Igualmente debe registrarse el personal de acogida, limpieza y mantenimiento que acuda a la vivienda, facilitando además el lavado de manos o incluso EPIs adecuados.

En el caso de servicios subcontratados, será el propietario de la vivienda quien tenga que supervisar que el personal cuenta con los EPIs necesarios y se cumplen las medidas de limpieza y desinfección adecuadas.

Finalmente, las viviendas deberán estar equipadas con información sobre las medidas higiénico-sanitarias en al menos una lengua extranjera, así como los teléfonos de emergencia y de los hospitales más cercanos. Al contrario, deberán reducirse la decoración, los textiles y las alfombras en la medida de lo posible.