La junta general de accionistas de Telefónica, que se celebrará mañana en IFEMA, se prevé como una de las más tranquilas de los últimos tiempos. Pese a las dificultades que afronta el sector de las telecomunicaciones y la guerra tecnológico-comercial que piensan librar los EEUU y China por el 5G, la veterana empresa española se presenta ante sus accionistas con los deberes hechos y el valor de sus títulos por encima de los 7 euros. La semana pasada el holding de la Fundación bancaria "La Caixa" compró 310.000 acciones, en lo que se considera una clara declaración de confianza en la solidez de la compañía

Mientras, Pallete sigue reduciendo deuda a buen ritmo, revisando uno tras otro los activos de la veterana empresa y conjugando la rentabilidad con las apuestas de futuro. Como él mismo ha dejado claro en numerosas ocasiones, no es lo mismo reducir deuda que descapitalizar a Telefónica, por lo que sólo se desprenden de lo que no entra dentro de sus estrategias, sin guiarse necesariamente por criterios de rentabilidad inmediata. Además la empresa sigue creciendo en ingresos y en clientes. Y además, para no limitarse simplemente a proveer servicios de telecomunicaciones, la multinacional española lleva años embarcada en aportar valor añadido a sus servicios, ya sea mediante la creación de contenidos para televisión bajo demanda o en streaming, o mediante servicios tecnológicos que se sumen a sus servicios de telecomunicaciones. Desde el llamado "Internet de las Cosas" (IoT, en sus siglas en inglés) a servicios específicos para empresas

Hace tres años que José María Álvarez-Pallete, al ser nombrado presidente ejecutivo de Telefónica, se comprometió ante los accionistas a lograr tres objetivos: crecimiento de los ingresos, mejora del flujo de caja y crecimiento orgánico en los mercados de los países donde operen. Se puede decir que estos tres objetivos se han logrado durante 2018. Además de sanear las cuentas, Pallete ha realizado una discretísima despolitización de Telefónica y ha evitado a toda costa polémicas que no tengan que ver con la gestión pura y dura de la teleco