Los trabajadores mayores de 52 años tienen derecho a un subsidio por desempleo hasta que puedan acceder a su pensión de jubilación, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos: tener al menos 15 años cotizados a lo largo de toda su vida laboral, haber cotizado al menos 6 años por desempleo, cumplir con todos los requisitos, salvo la edad, para acceder a la jubilación y que sus ingresos mensuales no superen el 75% del SMI.
La duración de esta prestación se extiende hasta que el solicitante alcance el derecho a la pensión contributiva de jubilación y su cuantía es equivalente al 80% del indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), es decir, 480 euros al mes. Por cierto, un indicador que lleva congelado desde 2023, ante la falta de aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
A pesar de esta baja cuantía, uno de los aspectos más importante de este subsidio es la base por la que cotizan los beneficiarios de esta prestación. El subsidio para mayores de 52 años cotiza por el 125% de la base mínima de cotización, por tanto, para este año 2025 todos los beneficiarios de esta prestación cotizarán por 1.726,66 euros al mes, lo que mejorará la futura pensión de jubilación de los beneficiarios. Y en esto ha tenido mucho que ver las importantes subidas del SMI.
Una de las principales novedades de este subsidio, es que a partir de este año, es posible compatibilizar la prestación con un empleo tiempo parcial o completo durante un período máximo de 180 días, de forma que los trabajadores de 52 años puedan recibir este subsidio y reincorporarse al mercado laboral.
La segunda novedad es que los beneficiarios estarán obligados a presentar anualmente la declaración correspondiente al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas ante la Administración Tributaria, para mantener el acceso a esta prestación.
Alfonso Muñoz
Funcionario Seguridad Social