Un estudio del Instituto de Sindicatos Europeos (ETUI), destaca que los salarios de los trabajadores en ocho países de la Unión Europea son más bajos en promedio, en términos reales que hace diez años. Esto es, que teniendo en cuenta la subida del coste de la vida en los respectivos países, los salarios han crecido a un ritmo inferior, perdiendo poder adquisitivo o, directamente, han bajado. El estudio, pubicado en la tarde de ayer y cuyos resultados ha comunicado la Unión General de Trabajadores (UGT), muestra que los salarios medios en el Reino Unido, Italia, España, Grecia, Portugal, Hungría, Croacia y Chipre son más bajos en 2018 que en 2009. Además, señala que los salarios reales se han detenido, con un aumento cero, en Bélgica y Finlandia, durante el mismo período.

Las cifras muestran que los salarios promedio, ajustados por inflación, han bajado a lo largo de estos últimos diez años, por lo que los efectos de la recuperación económica no han llegado a los trabajadores europeos. El estudio señal a Grecia como el país donde más han bajado con diferencia, casi una cuarta parte (23%). Le siguen Croacia(11%), Chipre (7%) y Portugal, donde los sueldos han bajado un 4% en estos útlimos 10 años. En España, como llevan tiempo denunciando los sindicatos, los salarios de 2018 son, de media, un 3% inferiores a los de 2009, pese  a que las cifras macroeconómicas de nuestro país sean mejores que las de los países cuyos sueldos han sido menos recortados, como Italia (2%). El Reino Unido, pese a ser la segunda eoconomía europea, también vio reducidos sus salarios en la misma medida que Hungría (1%). 
 
"Esto es una prueba de que la crisis no ha terminado en todos los países y que, incluso donde se está produciendo una recuperación económica, los trabajadores no se benefician de ella", ha señalado Luca Visentini, Secretario General de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). “La razón de esto se encuentra en las medidas de austeridad que han desmantelado el salario mínimo y los sistemas de negociación colectiva, y han aumentado enormemente las desigualdades". El sindicalista ha apremiado a las instituciones europeas para solucionar esta situación: "La UE necesita actuar urgentemente para aumentar los salarios, principalmente fomentando y permitiendo la negociación colectiva entre empleadores y sindicatos".

Por su parte UGT considera esta situación como "inadmisible", porque, a juicio del sindicato, supone una anomalía económica que está mermando la capacidad de crecimiento de nuestra economía y la recaudación del sector público, e impide que se cierren las graves brechas de desigualdad y pobreza que generó la crisis y las políticas que se aplicaron. UGT reclama la necesidad de más y mejor empleo para consolidar un modelo de desarrollo más equilibrado y sostenible, y esto pasa también por que aumenten los salarios.