El ritmo de mejoría en la economía desde que llego la crisis es de dos velocidades, una para las rentas altas y otra para las más bajas, según los datos de la Agencia Tributaria. La cantidad de multimillonarios (patrimonio superior a 30 millones) ha crecido un 23,9% desde finales de 2012, según la última estadística del impuesto sobre el patrimonio de 2015.

Las personas que están obligadas a confeccionar la declaración del impuesto de patrimonio son aquellas que cuya base imponible sea superior a 700.000 euros. La base se calcula con el valor de los bienes o derechos, el valor de la vivienda habitual (máximo de 300.00 euros) y se restan los gastos.

188.680 contribuyentes presentaron la declaración a la Agencia Tributaria en 2015. El mayor conjunto de población se aglutina en el tramo que comprende patrimonios entre 300.000 y 1.502.000 euros, con 127.125 contribuyentes. Con menos de la mitad, 50.738 personas, le sigue el tramo que comprende un patrimonio de 1.502.000 euros a 6.010.000.

El siguiente tramo que alcanza hasta los que tienen un patrimonio máximo de 30.050.000 de euros, lo integran 5.931 contribuyentes. Todas estas franjas superan con creces a las de niveles inferiores con 300.000 euros de máximo y 90.000 de mínimo. En España hay 57.218 personas que han declarado tener una base imponible superior a los 1,5 millones, casi un 10% más que los datos de cinco años antes.

Patrimonio de los supermillonarios

Los supermillonarios representan, a través de su patrimonio, casi la mitad del Producto Interior Bruto de España (PIB). El 76% del total, está colocado en capital mobiliario, es decir, acciones, depósitos y otros instrumentos de inversiones financieras. Otro gran pellizco lo constituyen los inmuebles, pisos, fincas, locales y otro patrimonio inmobiliario con una valoración total de 102.565 millones.

Tributación distinta por Comunidades Autónomas

El impuesto está cedido a las comunidades, que tienen competencia para regularlo. En el caso más extremo se encuentra el de la Comunidad de Madrid, que solo exige que presenten la declaración a los que tengan bienes valorados en más de dos millones de euros. Eso explica que solo haya 16.977 madrileños que presentaron la declaración, pero reconocieron tener un patrimonio medio de 8,85 millones.

En el extremo contrario se encuentra Cataluña, la región que más grava este impuesto. Por ello, casi la mitad de los declarantes, unas 72.2716 personas, están en Cataluña. Cada uno de estos contribuyentes declaró un patrimonio medio de 2,37 millones.