El 20,1 % (1.596.675) de los ancianos españoles viven en casas con condiciones muy deficientes, según un informe del Observatorio Social de la Caixa.

El estudio Envejecer en casa. ¿Mejor en el pueblo o en la ciudad? realizado por la doctora en sociología Irene Lebrusán, concluye que, en nuestro país, más de un millón y medio de personas mayores residen en viviendas con graves deficiencias. De éstas, casi 600.000 viven en municipios de entre 10.000 y 100.000 habitantes.  


El informe apunta a que las ciudades de tamaño medio no se han podido beneficiar ni de las medidas solidarias de los municipios rurales, como el acceso al suelo más barato, ni de las medidas de control y los recursos públicos de lucha contra la infravivienda de los municipios de mayor tamaño. 

Los problemas de vivienda más habituales son los de accesibilidad, la falta de calefacción, no disponer de ascensor y el hacinamiento.

Lebrusán pone el foco en la necesidad de solucionar estos problemas para garantizar una vejez autónoma y de calidad, así como integrada en la sociedad. Esto pasa por cubrir las necesidades básicas en las viviendas. Como señala el informe, el 96,4 % de los ancianos decide permanecer en su vivienda durante la vejez, frente al 3,6 % que vive en residencias o instituciones de otro tipo.

Según este estudio, envejecer en casa beneficia la salud y el bienestar de los mayores, siempre que la vivienda favorezca un envejecimiento de calidad y no exponga a los mayores a situaciones de vulnerabilidad.