La pensión de los nuevos jubilados que ingresan en el sistema alcanza los 1.446 euros, lo que supone un incremento de más del 6% si se compara con los datos del pasado año, y supera en 175 euros el sueldo medio de los trabajadores que se incorporan al mercado laboral, que se sitúa en los 1.271 euros.

Los datos son del año 2017, que es el último del que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho su análisis y evidencia el desequilibrio que ocurre en la Seguridad Social, como consecuencia de la crisis sobre los salarios y al hecho de que los jubilados obtienen una renta alta porque han cotizado más.

Las pensiones se dispararon a mitad del año pasado

Según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, este martes, después de años de incrementos, la prestaciones de los recién jubilados frenaron su repunte en 2016 y 2017, sin embargo, a partir de la segunda mitad de 2018, la tendencia empezó a cambiar y, tras cerrar el año en 1.348 euros, el crecimiento se hizo más notable en enero en una cifra que rondó los 100 euros, y las nuevas prestaciones alcanzaron los 1.446 euros.

Un déficit de 18.000 millones

La Seguridad Social seguirá incrementando su déficit, que supera los 18.000 millones de euros, y la mejora salarial seguirá sin ser suficiente para hacer frente a las crecientes prestaciones de los nuevos jubilados. Todo esto en un escenario político desfavorable, después de que Podemos tumbara la pasada semana el Pacto de Toledo.