Amorós fue despedida fulminantemente el pasado 28 de diciembre después de que en el informe elaborado por los administradores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) la acusaran no sólo de mala gestión sino de haber actuado en beneficio propio y falsear las cuentas. Ella misma cerró un acuerdo para percibir un sueldo anual de 593.040 euros, una cantidad "reprobable, según los interventores, y una pensión vitalicia de 370.000 euros. Dado que su cese fue por motivos disciplinarios se quedó sin derecho a ser indemnizada, aunque ella no esta conforme y ha recurrido a los tribunales.

Prestación máxima
Según asegura el diario valenciano, Amorós se apuntó al desempleo el pasado viernes, día 14, en las dependencias del Servicio Valenciano de Formación y Empleo situadas en el barrio alicantino de Los Ángeles. Se trata de un primer paso para formalizar la petición de la prestación que cobraría durante dos años, que es el periodo máximo previsto por la normativa. En su caso, además sería la prestación máxima dado su sueldo de alta ejecutiva.