La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) considera que los cambios aplicados por los bancos para cobrar a quienes saquen dinero de cajeros automáticos no se han traducido, de momento, en el incremento de comisiones a los consumidores, aunque reconoce que todavía es pronto para calcular el impacto.

La CNMC ha publicado este martes el informe en el que se analizan la reforma en el sistema de comisiones que entró en vigor el pasado mes de enero, después de que los bancos pactaran el cobro. El regulador entiende que los cambios podrían “favorecer a las entidades con grandes redes”, es decir, a Caixabank, BBVA y Santander, porque han podido fijar libremente las comisiones que cobran a terceros por el uso de sus cajeros, sin depender de acuerdos bilateral o multilateral con otras entidades.

Nuevo sistema

Con los tipos de interés prácticamente al 0%, los bancos no ganan dinero prestándolo por lo que decidieron cobrar por sacar dinero de los cajeros, aunque de momento solo se cobra la comisión de una entidad financiera a otra. Desde el pasado mes de enero se pasó de un sistema multilateral, en el que las entidades acuerdan compartir su red de cajeros a cambio del pago de una tasa previamente pactada entre ellos, a otro en el que cada entidad o grupo de entidades cobra al resto el uso de sus cajeros (4B, Servired o Euro 6000) al banco del usuario y este último, a su vez, le cobraba a su cliente una comisión por dicho servicio. 

 De acuerdo al análisis realizado por el supervisor de Competencia, la tasa cobrada por los grandes bancos a terceras entidades por el uso de su red se ha triplicado con el cambio de sistema y actualmente se sitúan entre 1,80 y 2 euros, frente a 0,65 euros en el modelo previo. Caixabank les cobra 2 euros; BBVA, 1,87 euros; y Santander, 1,85 euros. En estos tres casos, los bancos han fijado las tasas unilateralmente y se trata de las comisiones más elevadas.

 Por el contrario, las entidades de pequeño o mediano tamaño o con una red reducida de cajeros, no pueden ofrecer el servicio en las mismas condiciones que antes porque no tienen la misma presencia geográfica (menos cajeros en menos localidades). Se ven así obligadas a buscar socios con los que completar su red para prestar servicio a sus clientes o a desplegar o ampliar sus propias redes.

 

El impacto para los usuarios

 La CNMC considera, sin embargo, que los cambios no se han traducido, de momento, en el incremento de comisiones a los consumidores, aunque reconoce que todavía es pronto para calcular el impacto. “Si se confirma el repliegue de los usuarios a la red de su propio banco, que es gratuita, la nueva situación no les supondría un incremento de sus costes; pero si esta red es reducida podrían verse obligados, antes o después, a recurrir a las redes de otras entidades, con la posible repercusión de la comisión de la adquirente por parte de la emisora”, dice el informe de  Competencia que si reclama a los bancos más transparencia e información sobre las comisiones.