Las subvenciones a la rehabilitación de viviendas para acercarse al cumplimiento de los objetivos energéticos no solo beneficiarán a los propietarios del inmueble, sino que también lo harán a los inquilinos, tal y como avanza Cinco Días en base a fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. ElPlural.com se ha puesto en contacto con el departamento, sin obtener respuesta por el momento. 

En concreto, el Gobierno pretende que los inquilinos de vivienda habitual también puedan ser receptores de las ayudas europeas incluidas en el programa de rehabilitación residencial, uno de los puntos clave del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ya aprobado por la Comisión Europea y solo a falta de validación por parte del Consejo Europeo.

Aunque en un primer momento solo los propietarios podrían beneficiarse de estas subvenciones económicas, ahora también los arrendatarios de la vivienda podrán acogerse a la medida. El programa de rehabilitación cuenta con una financiación total de 6.820 millones de euros y destinará 3.420 millones a las intervenciones para mejorar la eficiencia energética inmobiliaria, centrada en tres ejes principales: vecindarios y barrios, edificios completos o viviendas habituales.

En el caso de rehabilitación de edificios completos, financiado con 1.994 millones de euros del total, el inquilino podrá tener la consideración de beneficiario, según avanza el medio económico, siempre que haya acordado con el propietario costear “a su cargo” las actuaciones de rehabilitación correspondientes, “a cambio del pago de la renta”.

Acuerdo inquilino-propietario

Así, el arrendatario “podrá solicitar de la comunidad de propietarios o, en su caso, del propietario único, la adopción del correspondiente acuerdo que se requiere” para pedir estas ayudas, tal y como recoge el proyecto de real decreto al que ha tenido acceso el medio, abierto hasta el próximo 9 de julio para estudiar nuevas aportaciones.

Las reformas sobre edificios tienen como objetivo la financiación de actuaciones de mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad completa del inmueble, en aras de reducir el consumo energético y avanzar hacia una vivienda más sostenible. Las ayudas consistirán en un porcentaje de entre el 40% y el 100% del coste de la intervención, en función del impacto energético.

Los inquilinos también podrán convertirse en receptores de ayudas económicas para la rehabilitación de viviendas en el caso de reformas a nivel individual, ya sean viviendas unifamiliares o pertenecientes a edificios plurifamiliares. En este caso, se transferirá de forma directa, con una inversión máxima subvencionable por vivienda de 5.000 euros y otro de deducciones en el IRPF, a los que “también podrán acogerse los inquilinos que quieran acometer obras de mejora en sus casas si así lo permite el propietario”, aseguran desde el Ministerio. 

La idea está diseñada para los arrendatarios de larga duración, con el fin de que “todas las alternativas posibles que ayuden a impulsar la rehabilitación a gran escala formen parte del juego”, y no solo lo hagan los propietarios. Desde el departamento se muestran esperanzados ante esta nueva propuesta, que permitirá alcanzar los objetivos previstos.