Goiko se disculpa por el vinilo que colocaron en la fachada de sus restaurantes en el Orgullo. Así se lo han indicado a este medio a través de un comunicado. La cadena de restaurantes había colocado en el Orgullo LGTBIQ+ un cartel en la entrada de los locales de su marca 'BASICS by Goiko', que decía: "Aquí dentro huele a popper".
Las redes sociales ardieron este miércoles 26 de junio, debido a la asociación que hacía el vinilo entre el colectivo y el consumo de popper. Varios usuarios de la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, criticaron el vinilo e, incluso, hablaron de hacer boicot a la compañía.
Desde la cadena de restaurantes han querido disculparse con "todas las personas que se han podido sentir ofendidas" por esta publicidad. Así, han esgrimido: "Nuestra intención siempre ha sido celebrar estas fechas desde la creatividad que nos caracteriza haciendo un juego de palabra". En concreto, la compañía ha hecho referencia a su "producto más vendido": los Chicken Poppers.
Tal y como han señalado desde Goiko, la cadena está trabajando para modificar el vinilo a la entrada de sus restaurantes. "Seguiremos celebrando y apoyando al colectivo desde el humor como la marca que somos desde 2019: Born in Chueca", han concluido en su comunicado.
'Chemsex' y Popper: los estereotipos en los que incurría el vinilo de Goiko
El popper es una droga ilegal, compuesta por un líquido transparente y amarillento llamado amilo. Esta sustancia, además de ser muy volátil y de olor penetrante, tiene un efecto euforizante y erótico. Tal y como explicábamos en este medio, el consumo de popper se ha ligado desde los años 70 al colectivo LGTBIQ+, en particular con los hombres gays.
Concretamente, el popper es una de las drogas destacadas en el 'chemsex'. Es decir, el consumo de sustancias químicas durante el sexo para, especialmente, prolongar los encuentros sexuales e intensificarlos. Así, esta clase de prácticas están muy ligadas con los riesgos de contraer enfermedades de transmisión sexual. Es decir, dos de los estereotipos contra los que el colectivo LGTBIQ+ continúa luchando.
La asociación entre estos factores con los hombres homosexuales nace con la comercialización de las empresas de dicha sustancia en los años 1975 y 1976. Las compañías que vendían popper utilizan la imagen de hombres muy "masculinos y sexualizados", con rasgos físicos que se presuponían "deseables" entre los hombres gay.
Los usuarios en redes sociales no tardaron en lamentar que la campaña de la cadena de restaurantes Goiko incurriera en estos estereotipos ofensivos. Así, la compañía recapacita en sus actuaciones y cambiará el polémico vinilo.