La guerra abierta entre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, está más cadente que nunca. Esta semana, los elevados salarios de los directivos ha abierto un nuevo frente en su batalla particular. “Seria bueno que también hablemos de los salarios que se perciben en algún consejo de administración, de los que nunca hablamos. Hablamos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y de las personas que menos cobran, pero deberemos tener un debate sobre los elevadísimos salarios de muchos dirigentes empresariales”, reclamaba la vicepresidenta segunda.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) no ha aceptado de buen grado las declaraciones de la ministra y ha cargado duramente contra la propuesta. "Que una ministra de España esté hablando de un intervencionismo tal, de república bananera, pone en peligro las inversiones", ha sentenciado tras reunirse con el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. El empresario vasco considera que las palabras de Díaz son puro “populismo” y ha denunciado que “no vale todo”.

"Si queremos que los directivos de este país y el talento se vayan fuera de España" y "no repartir la riqueza sino la pobreza", "juguemos ese partido", ha añadido Garamendi, que ha ido más allá y ha utilizado una comparación para resumir, en su opinión, la situación. "Es como cuando vas a un partido de fútbol y te encuentras al árbitro vestido del mismo color que el equipo contrario", ha explicado. El líder de los empresarios no quiere hablar de los sueldos de los grandes líderes empresariales, pese a que Díaz tan solo ha propuesto abordar el tema.

Es un debate que nunca está encima de la mesa y no está porque afecta a la élite de la sociedad y yo creo que hay que ponerlo”, reclamaba este miércoles la titular de la cartera de Trabajo y Economía Social, denunciando unos salarios “absolutamente disparatados y a veces poco acordes al valor añadido que generan a sus empresas”. "Esos mensajes generan una falta de confianza" y "una preocupación" que hacen que la gente se pregunte "hasta dónde vamos a llegar", ha respondido Garamendi.

La patronal de Madrid, también en contra

Miguel Garrido, presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM), ha coincidido con las críticas del líder de la CEOE y ha señalado que los salarios de los directivos "es una cuestión propia de las juntas generales de accionistas, que son los dueños de las empresas, y no de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. En una entrevista concedida a Telemadrid, el presidente de la patronal de Madrid ha destacado que "hay unas normas del mercado y unos controles sobre los propietarios de las empresas".

Asimismo, ha defendido que son "los accionistas los que tienen que determinar el salario que tienen que recibir los directivos". "Las empresas tienen que ser rentables y competitivas. Me sorprende que el Gobierno central asegure que está actuando en favor de las empresas, pero no paramos de ver acciones en el sentido contrario", ha lamentado Garrido tras el acuerdo entre el Ejecutivo y sindicatos para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 5%, hasta los 1.134 euros al mes por catorce pagas, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024.

El líder empresarial ha tirado un argumentario clásico y ha cargado contra los salarios de los políticos, mucho más bajos que los de los altos cargos de las grandes empresas. "Los españoles a lo mejor quieren saber por qué hay tantos políticos y por qué cobran lo que cobran y tienen los privilegios que tienen. Yo que ella me preocuparía más de eso que de una cuestión que es más propia de las juntas generales de accionistas", ha pedido Garrido.