La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) se ha posicionado a favor de la venta directa de leche cruda por parte de las explotaciones ganaderas españolas, después de un decreto que permite esta práctica en Cataluña.

El consumo de leche cruda es un tema que despierta interés a los consumidores, en medio de las dudas expresadas por expertos ante la posibilidad de que produzca riesgos para la salud. La semana pasada, la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, instó a su consumo bebiendo un vaso de leche fresca desde su comarca natal, el Ripollès, un día después de que la Generalitat publicara el decreto que lo permite. 

UPA pide una normativa clara

El secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, ha defendido que "los ganaderos podemos suministrar sin ningún problema un producto sobre el que existe un interés creciente”. A su juicio, la regulación en Cataluña hace “urgente” la aprobación de una normativa nacional que deje claras las normas a los ganaderos y “dé todas las garantías” a los consumidores. El Gobierno estudia actualmente un Real Decreto sobre este tema.

Hervir la leche y conservarla hasta tres días

Los ganaderos lácteos ven en la venta de leche cruda una oportunidad para diversificar sus explotaciones y obtener un precio justo, por una leche de primera calidad, por cuyo litro ganan menos que lo que cuesta una botella de agua.

El estado sanitario de la cabaña ganadera española es excelente, por encima de la media europea, por lo que la leche cruda, según explican desde UPA, puede venderse sin problema y consumirse sin miedos, teniendo en cuenta siempre que hay que hervir la leche y conservarla correctamente –un máximo de 72 horas desde el ordeño- para eliminar los posibles microorganismos.

Un producto exquisito con garantías sanitarias

“Los consumidores saben que hay que lavar bien las verduras, cocinar bien la carne o congelar el pescado para que su consumo sea perfectamente seguro. Es posible y justo que la leche cruda tenga un hueco en el mercado español, no vemos ningún problema en ello”, ha señalado Santalla.

La normativa debe ser muy exigente con los requisitos sanitarios que tienen que cumplir las explotaciones que quieran comercializar leche cruda. “El objetivo principal es que los consumidores puedan disponer de un producto exquisito, con gran potencial gastronómico y con todas las garantías sanitarias”, afirma esta organización, que subraya que "es posible, justo y necesario regular la venta directa de leche cruda”.