Francia vive este jueves una huelga general contra la reforma de las pensiones de Emmanuel Macron, que pretende alargar la edad de jubilación y crear un sistema único de pensiones en el país vecino. De hecho, durante la jornada de hoy hay convocadas cerca de 300 manifestaciones en todo el país y se están produciendo paros en ferrocarriles, líneas de metro y otros transportes públicos.

Además, las movilizaciones también afectan al transporte aéreo y otros sectores como la educación, la policía o la abogacía. En la misma línea, los sindicatos han llamado a la huelga al transporte por carretera, refinerías e incluso hospitales, además de empresas públicas como la eléctrica EDF y Correos.

El presidente de la República, Emmanuel Macron quiere suprimir los 42 regímenes especiales de los que disfrutan algunos de los trabajadores franceses. Estos regímenes cuentan con privilegios para profesiones como por ejemplo los conductores de metro, que se remontan al final de la Segunda Guerra Mundial.

Sistema único de pensiones, nuevo cálculo y aumento de la edad de jubilación

Ahora, Macron quiere crear un sistema único en el que todos los trabajadores disfruten de los mismos derechos de jubilación por la misma contribución. Además de este sistema único, el presidente de la República francesa plantea un nuevo modo de cálculo de la cantidad de la pensión de jubilación, que perjudicaría tanto a los trabajadores del sector público como del sector privado. En el lado contrario, los sectores más beneficiados serían los agricultores, los comerciantes y las madres solteras.

En la misma línea, el gobierno francés también podría llevar a cabo un aumento de la edad de jubilación hasta los 64 años, dos años más que actualmente. Más allá de esto, Francia también tiene un problema financiero con las pensiones, al igual que sucede en nuestro país. Las cifras indican que en 2025 el déficit de las pensiones superará los 10.000 millones de euros y los 20.000 solo cinco años después.

Al contrario de lo que ha hecho en otras ocasiones, Macron ha evitado la política de los hechos consumados y ha optado por un diálogo con los agentes sociales. El principal problema de este modo de actuar es que ha sembrado la confusión sobre el contenido de la reforma laboral. En cuanto a la población, un 76% de los franceses está a favor del sistema único de pensiones pero el 64% no confía en el presidente de la República para lograrlo.

Por el momento no se conocen más detalles sobre el texto de ley, solo las líneas maestras. Sin embargo, esto ha sido suficiente para llamar a la huelga a los franceses y los sindicatos amenazan con continuar la huelga durante los próximos días o incluso semanas si el presidente no cambia de opinión. El sector de la izquierda francesa, Partido Comunista, Francia Insumisa y Partido Socialista, se ha sumado a la protesta mientras que la extrema derecha de Marine Le Pen se mantiene al margen de la situación.