Alberto Núñez Feijóo continúa con su ronda de contactos enmarcada dentro de su ronda de contactos para una investidura fracasada de antemano. El líder del Partido Popular (PP) no cuenta con los apoyos parlamentarios, pero aún así ha decidido dilatar el proceso de elección de un nuevo Gobierno y este lunes se dará cita con Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), y con Gerardo Cuerva, líder de Cepyme en la sede del PP. El gallego buscará el apoyo de las organizaciones empresariales para conseguir presionar durante la celebración del debate de investidura el próximo 26 y 27 de septiembre.

El martes hará lo propio con Pepe Álvarez, secretario general de UGT, y Unai Sordo, líder de CCOO. En ambos encuentros, el conservador busca exponer su programa electoral a los agentes sociales en un momento que ha calificado de “especialmente difícil”. El líder de la oposición se ha mostrado muy preocupado por los problemas que, según han señalado desde el partido, "sufren diariamente" los ciudadanos. Según apuntan fuentes populares, el Gobierno en funciones "se dedica exclusivamente a un debate minoritario que no conduce a nada, sólo a permanecer aferrado en la Moncloa".

Feijóo está convencido de los “riesgos evidentes y la fractura de la sociedad española que acarrearía una amnistía”; sin embargo, ni por su parte ni desde el partido han aclarado si, al ser las reuniones con las agentes sociales, abordará problemáticas como el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), los Acuerdos para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) o la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Por el momento, es público que el popular está preocupado por la aproximación a “un referéndum de autodeterminación, como pretenden las fuerzas independentistas”.

Tampoco ha trascendido si el presidente del PP abordará la buena marcha del empleo y los efectos de la reforma laboral o si debatirá con los agentes sociales su funcionamiento. Es más, el partido que representa intentó tumbar la norma que había sido pactada por sindicatos, patronal y Gobierno, incluso llegando a celebrar cuando creían que así había sido, rechazando un acuerdo multilateral pionero en España. Posteriormente, se hizo el remolón ante las peticiones de los agentes de que no derogase la reforma si llegaba al Gobierno y, por último, acabó por señalar la norma como una continuidad de la aprobada por el PP en 2012, a pesar de que votó en contra de su aprobación.

Feijóo vuelve a llegar tarde

Lo cierto es que, una vez más, el presidente de los populares llega tarde. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, estuvo en la sede de los empresarios el pasado viernes, momento en el que aprovechó para detallar las líneas a seguir de su Ejecutivo, tanto a nivel nacional como a nivel europeo. En este encuentro, Sánchez se postuló para “ejercer un liderazgo desde el sur en Europa” y puso sobre la mesa la necesidad de alcanzar “la autonomía estratégica” para proteger a España y al conjunto de los Veintisiete.

Ni referéndum, ni amnistías. El líder socialista aprovechó el encuentro con los empresarios para hablar sobre economía. Entre otros temas de vital importancia se abordó la necesidad de reindustrializar Europa y, con a ella, incrementar las capacidades productivas. “Los días de las deslocalizaciones masivas, de la apertura indiscriminada y la dependencia ciega en importaciones tienen que acabar. Nuestro continente necesita más fábricas y empresas. Esto no significa que la UE deba producir dentro de sus fronteras todo lo que importa, debemos ser estratégicos”, sentenciaba Sánchez.

Además, también aprovechó el contesto para defender una mejora de la colaboración público-privada que facilitase un avance “hacia una mayor integración del mercado único y desplegar políticas de ayudas de Estado destinadas a corregir las distorsiones que otras potencias extranjeras provocan en la economía global”.  En este sentido, puso en valor el papel de las empresas españolas y puso el foco en sectores a futuro, con fuerte progresión y en los que Europa debería hacerse fuerte cuanto antes, como son los microchips o las energías verdes.

Con toda esta agenda y con la celeridad que requiere el momento, Sánchez afeo a Feijóo su investidura fake. "El tiempo no es de tal o cual candidato, el tiempo es de todos los españoles y España tiene cosas muy importantes, muy urgentes que resolver y no tiene por qué perder tiempo caprichosamente", señalaba el líder del Ejecutivo. "Desde esa perspectiva me van a permitir que diga que se entiende mal la descomunal pérdida de tiempo de un candidato que sabiendo su incapacidad para construir una mayoría parlamentaria en el Congreso ha sometido al país a un periodo de tanta parálisis y también de tanto bloqueo", lamentaba.