Iberdrola ha cerrado su primer trimestre con un beneficio neto de 1.485 millones de euros a nivel global, un 40% más frente al mismo periodo del año anterior, tal y como ha comunicado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el arranque de la presentación de resultados trimestrales del sector energético. La eléctrica de Ignacio Sánchez Galán ha alcanzado esta cifra de beneficio tras invertir 10.400 millones de euros en materia de renovables y en su objetivo de avanzar en transición energética.

El presidente de Iberdrola ha celebrado los resultados obtenidos hasta el cierre de marzo asegurando que “las inversiones por 10.400 millones de euros y la normalización de las condiciones operativas nos han permitido impulsar el crecimiento y seguir aportando valor a las sociedades de todos los países en los que prestamos servicio”. Más allá del beneficio neto global, Iberdrola ha cerrado el primer trimestre con un beneficio operativo bruto (Ebitda) de 4.064 millones de euros, un 38% más, impulsado por la recuperación de los déficits comerciales acumulados en el Reino Unido, la mejora de negocio en la Unión Europea y las nuevas inversiones en energía limpia. 

En términos de fiscalidad, la eléctrica refleja en sus cuentas una partida de impuestos total de 591,9 millones de euros en el primer trimestre, frente a los 311,5 millones de euros al cierre de marzo de 2022, como consecuencia del mayor beneficio antes de impuestos, el pago del gravamen extraordinario del 1,2% sobre las ventas en su negocio en España y, a nivel internacional, el registro de la plusvalía por la reorganización de los activos de eólica marina en Estados Unidos. 

Iberdrola cotiza en máximos históricos tras la presentación de resultados

El mercado bursátil ha recibido los resultados trimestrales de Iberdrola con subidas del 0,85% en los primeros momentos de la sesión para situar a la acción de la eléctrica en los 11,93 euros, tocando máximos históricos desde su entrada en el Ibex 35.

La eléctrica celebra en sus resultados trimestrales el avance "a paso firme" de su Plan Estratégico diseñado para el periodo 2023-2025 para liderar la transición energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Para ello, ha realizado inversiones por valor de 10.400 millones de euros en el primer trimestre del año, un 9% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

De los más de 10.000 millones de euros invertidos en los primeros meses del año, el 91% del total se ha destinado a renovables -4.600 millones de euros, de los que un 30% concreto ha correspondido a energía eólica marina, así como a redes inteligentes, con una inversión de 4.800 millones de euros- para acelerar la electrificación y fomentar la autonomía energética.

La generación renovable aumenta un 11%

La inversión en renovables de Iberdrola en el primer trimestre del año, junto con la normalización de la producción, ha permitido aumentar la generación limpia un 11% en este periodo, así como reducir las compras de energía realizadas en el ejercicio pasado "a precios muy elevados", según la compañía. De esta forma, la eléctrica cuenta ya con 40.344 MW en activos renovables en todo el mundo. Iberdrola ha logrado consolidar su posición en energía eólica marina, con 3.500 MW en construcción -de los que 1.800 MW entrarán en operación en Francia, EEUU y Alemania-, con contratos a proveedores ya cerrados y con la energía vendida por 15 años o más.

“La necesidad de una mayor electrificación con renovables, redes y almacenamiento para avanzar en la descarbonización y la autonomía energética está siendo reconocida ya por la política energética y la regulación en nuestros mercados principales, en línea con la estrategia que venimos desarrollando desde hace más de 20 años”, ha comentado el presidente de Iberdrola sobre las cuentas financieras trimestrales presentadas este miércoles. 

El primer trimestre de Iberdrola ha estado marcado por las nuevas alianzas y la rotación de activos para avanzar en la electrificación con energías limpias. Para ello, la eléctrica ha cerrado varios acuerdos en los últimos meses como la venta del 60% de su negocio mexicano por 6.000 millones de dóilares (alrededor de 5.500 millones de euros al cambio), con el que la compañía de Sánchez Galán se mantiene como el principal generador privado de energías renovables en México. 

Asimismo, la compañía ha impulsado el cumplimiento de sus compromisos de descarbonización con el crecimiento en renovables. Por el momento, la compañía mantiene 15 centrales abiertas, enfocándose en el negocio de energía limpia y en su base de clientes industriales. A esta operación se une también el nuevo vehículo con el fondo soberano de Singapur (GIC) para coinvertir en el negocio de redes de transporte en Brasil y el acuerdo con Norges para nuevos proyectos renovables con una capacidad de 1.300 MW. Con estos acuerdos, la compañía ha alcanzado el objetivo financiero marcado para el primer trimestre, 7.500 millones de euros, fijado ya en el plan de las alianzas estratégicas y la rotación de activos para 2025. 

Iberdrola reduce deuda y mejora liquidez

La compañía ha reforzado su balance con más de 1.300 millones de euros de financiación en los tres primeros meses del año, demostrando de nuevo su liderazgo en financiación verde y sostenible, con un total de 48.623 millones de euros. En materia financiera, Iberdrola cuenta con un nivel de liquidez de casi 21.000 millones de euros, lo que le permitiría cubrir 22 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado. En un contexto inflacionista, el 74% de la deuda de Iberdrola se encuentra a tipo fijo, con una vida media que supera los seis años. Por otro lado, el flujo de caja operativo de la compañía alcanza los 3.000 millones de euros en los últimos tres meses, mejorando la ratio de generación de caja sobre la deuda neta en 1,3 puntos porcentuales, hasta el 25,3%.

De cara al futuro y gracias a las inversiones orgánicas por valor de 12.000 millones de euros para este ejercicio, además de una mejora que la compañía reconoce "continua" de las condiciones operativas, Iberdrola prevé un crecimiento del beneficio neto de un dígito medio alto, sin considerar extraordinarios adicionales. Para ello sigue avanzando en su Plan Estratégico 2023-2025, con el 60% de la nueva capacidad prevista para 2025 ya operativa o en construcción y el 100% de la inversión cubierta por marcos cerrados o en negociación. Iberdrola cuenta con el 95% de la producción vendida a diferentes plazos con PPAs o con contratos bilaterales.