CaixaBank ha celebrado este viernes su primera Junta General Ordinaria de Accionistas tras la fusión con Bankia, con un punto del día especialmente importante: la remuneración de sus directivos. En medio de la polémica tras las declaraciones de Nadia Calviño sobre la bajada de los sueldos de los altos cargos, especialmente importante en un momento en el que las entidades están anunciando despidos, la mayoría de los accionistas han votado a favor sobre la nueva política de remuneraciones de la entidad mientras que el FROB ha votado en contra de la subida.

Según esta nueva política de remuneración, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, recibirá una retribución fija de 1,65 millones de euros, a lo que sumará hasta un máximo de 200.000 euros en concepto de retribución variable y un incentivo a largo plazo, que se materializará en acciones de la entidad en diferentes ejercicios anuales a partir del año 2025.

La junta ha estado presidida precisamente por José Ignacio Goirigolzarri, que ha comenzado su intervención recalcando que es la primera junta tras la fusión con Bankia, convirtiéndose en el primer grupo bancario del país, “con un gran carácter ibérico”. El presidente ha hecho un repaso a la actividad más reciente del banco, marcada por la fusión con Bankia.

“El sector bancario, como sector cíclico que es, no ha sido inmune ni a la pandemia ni a sus consecuencias”, ha asegurado Goirigolzarri, que ha destacado la fortaleza comercial, la robustez del balance y la rentabilidad ajustada al entorno. El presidente ha citado los tres retos principales a los que se enfrenta la nueva entidad: un entorno de tipos de interés bajos, el impulso a la digitalización y la competencia ante competidores no bancarios.

El directivo se ha pronunciado sobre el ERE anunciado en las últimas semanas y justifica el “redimensionamiento de las plantillas a corto plazo para asegurar el máximo número de empleos en el largo plazo”. Con esto, ha querido recalcar la fortaleza y el esfuerzo del equipo de CaixaBank.

Tras la intervención de Goirigolzarri, el turno ha sido para el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, que ha hecho un repaso a los resultados económicos de 2020. Con respecto al ERE, Gortázar ha asegurado que buscarán activamente “un acuerdo razonable”, que también “facilite el recolocamiento de personas que abandonen la entidad”.

El Estado cuenta con un 16,11% de participación en CaixaBank

El caso de las retribuciones de altos directivos en CaixaBank es especialmente polémico por la participación del Estado en el capital de la entidad, con un 16,11% de participación a través del FROB. De hecho, tras las críticas de miembros del Gobierno como la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño; la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; e incluso del presidente, Pedro Sánchez, los accionistas de CaixaBank han aprobado la retribución del presidente mientras los representantes del FROB lo han hecho en contra

Como era de esperar, el turno de preguntas ha estado centrado en estas retribuciones, en paralelo al ERE anunciado por CaixaBank, que afectará finalmente a 7.791 empleados de su plantilla total. Así, representantes de los trabajadores y sindicatos con participaciones en el banco han mostrado su descontento en sus intervenciones mientras a las puertas del Palacio de Congresos de Valencia, donde se ha celebrado la junta, se concentraban en señal de protesta.

En un turno de preguntas marcado por problemas técnicos con la imagen, especialmente fuerte ha sido la primera intervención, a cargo del accionista Alfons Mestre, que ha cargado duramente contra la entidad. “El valor más antiguo de nuestro banco son nuestros empleados”- aseguraba- “Ustedes son unos incompetentes”. “El que preside la mesa, yo no sé que pinta aquí arriba, porque a mi parecer no es merecedor”, comenzaba con las críticas hacia el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri.

“Usted se ha subido tres veces más el sueldo, que valor, y nuestros trabajadores en la calle” -continuaba- “Póngase en nómina en el nivel 14, como el trabajador que menos gana de la Caixa”. Asimismo, ha pedido al CEO no trasladar el banco a Madrid: “No se les ocurra irse a Madrid. Yo les mandaría más lejos que la luna y dejaría ser cliente de la entidad. CaixaBank es patrimonio de los catalanes y el Banco de Valencia es patrimonio de los valencianos”.

El accionista también ha tenido palabras para la participación el Estado a través del FROB: “Les aconsejo que se busquen una forma de hacerse con el 16% que pertenece al Gobierno y que mandemos a los políticos a los lagares del Parlamento”. Tras esta primera intervención se han pronunciado los representantes de ADICAE, asociación de consumidores y pequeños ahorradores, UGT o CCOO, que han continuado en la misma línea de críticas a los despidos y a las altas remuneraciones de los directivos.  

Goirigolzarri: "La política de remuneraciones está absolutamente regulada"

Ante las críticas, el presidente se ha defendido: “La política de remuneraciones en todos los bancos, y en nuestra entidad, está absolutamente regulada. Dentro de las políticas de Gobierno corporativo, las decisiones de remuneración se toman en el consejo pero son analizadas y propuestas por la Comisión de Retribuciones. La Comisión de Retribuciones está presidida por una consejera independiente y tiene mayoría de consejeros independientes. No tiene ningún consejero ejecutivo y su labor se realiza en base a políticas objetivas y con el asesoramiento de empresas externas que son especialistas en la materia”.

Goirigolzarri ha asegurado que la remuneración del consejo en 2020 fue inferior a la de 2019 tanto por la reducción del número de consejeros como por la renuncia del consejero delegado a la remuneración variable. Asimismo, recalca que las cantidades fijas para los consejeros ejecutivos se han mantenido “sin cambios desde el año 2015”. “Para el año 2021 la propuesta es continuar con las mismas retribuciones”, ha anunciado.

“La remuneración por consejero en el caso de CaixaBank se sitúa en niveles claramente inferiores a los de la media de los comparables en el sector del España a pesar de que CaixaBank es la tercera entidad en niveles de capitalización y el primero en términos de resultado neto”, asegura.

En cuanto a su propia remuneración, ha justificado que se debe a las modificaciones tras la operación de fusión y a la creación de una presidencia ejecutiva con responsabilidades en Auditoría, Comunicación y Relaciones Institucionales y la Secretaría del Consejo. “Está en la línea del esquema tradicional de CaixaBank y es inferior a las referencias del mercado”, asegura Goirigolzarri, que recalca que ha sido propuesta por la comisión correspondiente.

Por otro lado, ha explicado que la remuneración fija del consejero delegado, Gonzalo Gortázar, se ha mantenido sin cambios en 2020 con respecto a 2019. Sin embargo, ha explicado que en 2019 renunció a la remuneración variable y, por tanto, se produjo una reducción del 21,5% con respecto al año anterior. En 2021 se mantendrá la remuneración fija y variable por quinto año consecutivo “por debajo de la media”, según el presidente.

Gortázar: "Si la entidad no tiene beneficios, sus accionistas no van a beneficiarse”

En cuanto al ERE, ha recalcado que “las mejores respuestas pasan por el mayor nivel de acuerdo entre las partes” y Goirigolzarri se ha mostrado “muy esperanzado ya que todas las partes tenemos un amplísimo historial de acuerdos”. “Es un plan de recolocación con enorme valor, que se replicará en otras empresas” -asegura- “Se deberá aplicar a nivel de país”.

En la misma línea se ha defendido el consejero delegado, que recalca que hay que evitar solapes y “generar sinergias que anunciamos ese día, sinergias necesarias que queremos conseguir”. “Queremos proyectar al futuro una entidad que siga siendo competitiva y rentable” -explica el CEO de CaixaBank- “Tomar medidas hoy para hacer al grupo mucho más sostenible. Lo que está en riesgo es la sostenibilidad a largo plazo de la entidad si no tomamos medidas. Estoy convencido de que vamos a llegar a un acuerdo con la representación laboral”.

En cuanto a las críticas por los despidos a pesar de tener beneficios, explica: “No debemos aspirar a no tener pérdidas. Si la entidad no tiene beneficios, sus accionistas no van a beneficiarse”. “Necesitamos tener beneficios para que el FROB pueda recuperar la mayor parte posible de su inversión, para que la Fundación Bancaria pueda continuar con su obra social, para que los accionistas pequeñas y grandes puedan continuar recibiendo un dividendo” -afirma Gortázar- “Tener beneficios es totalmente necesario y no es algo de lo que una entidad deba avergonzarse”.

Sin embargo, ha matizado la situación económica de la entidad y asegura: “No estamos teniendo excesos de capital de los que podamos disponer libremente. Esta operación no está generando excesos de capital”.

Más allá de la nueva política de retribuciones, los accionistas han votado a favor también sobre el dividendo con cargo a 2020, de 2,68 céntimos de euros por acción, “siguiendo las recomendaciones del Banco Central Europeo”. En total, la entidad repartirá 216,09 millones de euros en dividendos entre sus accionistas.

Por otro lado, la junta de accionistas ha aprobado la dotación de una reserva legal por 415,84 millones de euros con cargo a reservas voluntarias y ha dado el visto bueno a la cuenta de resultados, al informe de gestión, a la reelección de José Serna Masiá y Koro Usarraga Unsain como consejeros, a la reelección de PwC como auditora en 2022 y a una serie de modificaciones de los Estatutos Sociales de la entidad y de la política de remuneraciones de los consejeros.