La vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se ha reafirmado en su posición y ha asegurado este lunes en el Foro SER Navarra que la remuneración de los altos cargos del sector bancario tiene que estar ligada también a la situación de los trabajadores.

Según Calviño, no solo depende de "variables financieras, sino de la evolución de la situación de los trabajadores, de la calidad del servicio que se presta a los clientes y de la contribución que hace a la sociedad".

La ministra ha asegurado que "hay una creciente conciencia por parte de los directivos del sector financiero" en este aspecto, tras la aprobación de la subida del sueldo del presidente de la nueva CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri. "Llevo tres años diciéndolo con mayor o menor proyección pública, espero que ese mensaje haya sido recibido", reconoce la ministra.

"Es un tema que trasciende una entidad individual y se refiere a un sector inmerso en un proceso de reestructuración muy intenso que se ha acelerado como consecuencia de la pandemia", explica la ministra, que menciona el impulso a la actividad digital como uno de los motivos principales que afectan al sector bancario.

Calviño ha mencionado una “actitud más positiva en la negociación de los ERE” y explica que la banca "ha sido un sector sometido a creciente competencia, que se enfrenta a un entorno de bajos tipos de interés y a la caída de rentabilidad en los últimos años, y en ese contexto tiene que haber una respuesta clara desde el punto de vista de la remuneración de los directivos de este sector, particularmente cuando se plantean expedientes de regulación de empleo o despidos muy importantes".

"Fuerte recuperación" en la segunda mitad del año

Por otro lado, ha afirmado que España se encuentra en una “transición” hacia una “fuerte recuperación” economía en la segunda mitad del año. La ministra ha reconocido que el primer trimestre ha sido duro por la ralentización de la recuperación económica pero avanza: “Todos los indicadores económicos apuntan a una fuerte recuperación en la segunda parte del año y estamos en transición a ese crecimiento intenso".

“Entramos en una nueva fase”, asegura la ministra, que confía en el avance de la vacunación para tener "mayor optimismo respecto al crecimiento económico y creo que se abre una fase muy positiva en este país". Así, prevé alcanzar los niveles pre pandemia a finales de 2022 para continuar con la senda de crecimiento previo a la pandemia en 2023.

Sin embargo, ha matizado que "no solo necesitamos eso, sino contrarrestrar una serie de desequilibrios que veníamos arrastrando desde el pasado". La ministra ha reconocido que espera que el plan de recuperación sea aprobado por Bruselas en junio. "Es una oportunidad extraordinaria de salir de esta crisis de manera diferente a crisis anteriores", ha asegurado.