La compañía energética italiana Enel ha anunciado la venta de su participación total en su filial rusa, Enel Russia. La compañía, matriz de Endesa entre otras, ha explicado que se hará a través de dos acuerdos para vender la participación del 56,43% de Enel Russia, equivalente a 137 millones de euros. Según ha informado, esta dotación se abonará al cierre de la operación.

Los compradores de la participación son, por un lado, PJSC Lukoil y, por otro, el fondo de inversión combinado cerrado Gazprombank-Frezia. Esta operación implica que Enel se deshace de sus activos de generación de energía en el país, equivalentes a 5,6 gigavatios (GW) de capacidad y 300 megavatios (MW) de capacidad eólica en diferentes niveles de desarrollo.

"La transacción está en línea con el objetivo estratégico del grupo de centrar sus actividades principalmente en países donde tenga una posición integrada en la cadena de valor que pueda lograr crecimiento y mejorar la creación de valor de las oportunidades que ofrece la transición energética", ha subrayado la compañía.

Esta transacción tendrá un efecto positivo en la posición de deuda neta de la firma italiana en 550 millones de euros, aunque generará un impacto negativo en el beneficio neto de 1.300 millones de euros, por la liberación de una reserva de cambio de divisa de 1.100 millones de euros. Este impacto en las ganancias será únicamente a nivel contable, ha puntualizado Enel.

La empresa ya había adoptado una serie de medidas anteriores para separarse de su filial rusa. Prueba de ello es que consejo de administración cuenta con consejeros independientes de nacionalidad rusa, así como un gestor, también ruso, que solo informa a dicho consejo, además de que se habían dado por terminados todos los contratos intragrupo.

Además, la compañía asegura que esta transacción concluye la venta de activos de generación de energía en Rusia, un proceso que se inició en 2019 con la primera venta de activos de carbón.