La familia Grifols y el fondo canadiense Brookfield deben acordar el precio de la opa sobre la compañía catalana para sacarla de Bolsa, uno de los puntos más delicados de esta operación. Así, las partes necesitan encontrar un precio que obtenga el beneplácito de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). A su vez, también debe contar con un aval de un experto independiente, al ser una opa de exclusión. 

Sin embargo, determinar el valor de la compañía Grifols para la opa no es tan sencillol. En concreto, porque la empresa catalana ha afrontado en los pasados meses las dudas de los inversores sobre sus cuentas. Así, el demoledor informe de Gotham City que provocó el desplome de sus acciones hasta un 40% impulsó una investigación de la CNMV, dadas las acusaciones de que Grifols había maquillado sus resultados para inflar artificialmente el ebitda y reducir la deuda. De hecho, el regulador bursátil consideraba que la empresa había incurrido en "deficiencias relevantes" en la elaboración de sus cuentas, pero eximió a la compañía de reformular sus cuentas. 

Brookfiels acaba de comenzar la fase de análisis de Grifols. Así, ya ha solicitado a la compañía catalana que le diese acceso a sus libros de cuentas para poder realizar una 'due diligence' financiera. El objetivo es ajustar su oferta y despejar todas las dudas que pueda tener el fondo canadiense. Para llevar esto a cabo, Brookfield y Grifols han elegido a Lazard como asesor financiero para ejecutar la operación.

De los tipos de acciones a su valor real: qué evaluará la CNMV para autorizar el precio

Tal y como estipula la normativa española sobre opas y la Ley del Mercado de Valores, una oferta de exclusión debe contar con un informe elaborado por un tasador independiente que justifique tal operación. Asimismo, también establece que la CNMV también puede evitar que se lance una oferta de exclusión, si el resultado de la opa genera una aceptación superior al 75%, pero inferior al 90% que permite ejercitar compraventas forzosas de acciones. En ese caso, debe ofrecer una orden de compra a los accionistas minoritarios que esté avalada también por otro informe independiente. 

Pero lograr esto no será fácil. Uno de los problemas a los que principalmente se enfrenta esta operación está en la propia división de las acciones de Grifols entre A, con derechos políticos en la empresa, y B, sin derecho a voto. Las primeras subieron en Bolsa este lunes 8 de julio un 9,7%, con lo que alcanzaron los 9,86 euros por unidad. En el caso de las del segundo tipo, aumentaron un 21,43%, hasta los 7,82 euros por unidad. Así, la prima del tipo A de acciones, que son las que tienen derechos políticos en la entidad, se ha reducido hasta el 26%, frente a la prima del 39% que ostentaba este viernes 5 de julio.

Por lo tanto, la oferta sobre el precio debe salvar esa diferencia entre ambos tipos de acciones de Grifols sin marginar a ninguno de los socios minoritarios de la compañía catalana. El mercado especulaba en los últimos meses que Grifols terminaría por unificar ambos tipos de acciones con el fin de evitar esos baches financieros. 

La CNMV, asimismo, deberá tener especial cuidado no solo en en analizar el tratamiento de ambos tipos de acciones, sino en concretar el precio real de la empresa catalana tras el derrumbe provocado por Gotham City y su remontada del 14% en las últimas sesiones. Grifols valía en Bolsa cerca de unos 9.000 millones de euros y este lunes 8 de julio cerró con 6.200 millones de euros de valor. Por ello, tanto el organismo como el tasador independiente debe discernir entre el valor real de la empresa y la especulación generada por los inversores bajistas. 

La familia Grifols quiere mantener el control de la compañía

El objetivo de la opa sobre la compañía catalana se lanzaría sobre la totalidad de su capital social. Así, la familia Grifols busca mantener el control de la empresa. Como consecuencia, la compañía saldría de las bolsas españolas como cotizada, tal y como comunicaron a la CNMV este lunes 8 de julio. Es por ello que esta opa es de exclusión, para evitar la posibilidad de compra o venta de las acciones de la compañía y que se mantenga en manos de la familia Grifols y el fondo Brookfield.