El Banco Popular ha anunciado, a través de una nota de prensa, la inmediata ejecución de un plan de ajuste que consiste en la destrucción de 3.000 empleos y el cierre de 300 sucursales. Dicho de otra forma: una reducción del 20% de la plantilla y el cierre del 14% de sus oficinas. La entidad afirma que estos ajustes se enmarcan en la era digital y que están pensados para optimizar la red de oficinas.

'Plan de optimización'

En el comunicado, el banco ha informado de que transmitirá estas medidas a los sindicatos en la reunión que celebran las partes este martes. El Popular contaba con una plantilla de 14.935 trabajadores y con 2.093 oficinas a junio de este año. La nueva reducción de empleo y cierre de oficinas se define como "plan de optimización".

 El banco ha concretado que la disminución de la plantilla afectará sobre todo a las sucursales con menor rentabilidad por empleado y además limitará los días de apertura en localidades de menor tamaño. El Popular también prevé potenciar la operativa multicanal.

Banco Popular transmitía por primera vez la semana pasada a los sindicatos que iniciaría un proceso de despido colectivo en la plantilla, por lo que desde los sindicatos se temían un ERE "de calado".

Después de conocerse la decisión de la entidad, el valor rebotaba casi un 0,5% en bolsa, hasta los 1,1 euros por acción, después de sumirse en pérdidas durante casi toda la jornada.