Los segundos Presupuestos Generales del Estado elaborados por el Gobierno de Rajoy siguen el mismo camino que los primeros: en apenas 15 días todos los organismos económicos serios han dicho que no son creíbles y que es imposible que el Gobierno vaya a cumplir con el objetivo de déficit para este año (un 6%) porque no cuadran las cifras de ingresos y gastos y porque la recesión económica es mayor de lo que dice el Gobierno; así mientras Cristóbal Montoro afirma que el Producto Interior Bruto bajará un 0,5% (PIB de un -0,5%), el Fondo Monetario Internacional sitúa la caída en un -1,3%, cifra similar a la que se maneja en Bruselas, en el Banco Central Europeo y en los departamentos de análisis de prestigiosos bancos españoles o consultoras internacionales.

Lentitud y lentitud
Hay un reproche unánime a Rajoy y su Gobierno: la lentitud. Dentro y fuera de España los sectores económicos no comprenden por qué el Gobierno de Rajoy anuncia tantas medidas y es tan insoportablemente lento a la hora de llevarlas a efecto. Y la lentitud en una crisis como esta cuesta mucho dinero, y ese coste va directamente a las espaldas de los ciudadanos con más recortes.

La estrategia de Rajoy de no hacer los Presupuestos de 2.012 hasta después de las elecciones andaluzas provocó, de facto, que se perdieran 6 meses cruciales en la toma de decisiones. Luego hubo anuncios y rectificaciones lo que ha provocado que el primer año de Rajoy sea un año perdido o peor, su inacción llevó a la prima de riesgo por encima de los 500 puntos básicos durante meses y por eso ahora la mitad de todo el dinero de los Presupuestos se va a pagar la deuda.

Sin rescate pero con mas 'ajustes'
A falta de dos meses para que termine el año, hay consenso internacional sobre que España no cumplirá, y por eso la reunión del Eurogrupo (reunión de los ministros de finanzas y economía de los países del Euro) celebrada ayer se convirtió en una nueva regañima al Gobierno español y al ministro Luis de Guindos. El Eurogrupo exigió al ministro español más 'reformas' si no cumple con el déficit del 6,3% para este año, y de Guindos se comprometió a ello. En definitiva, España no ha pedido el rescate (solo el rescate de los bancos), pero Bruselas nos va a atornillar como si lo hubiérmos pedido.

El Gobierno echa la culpa a los demás
Como un mal alumno, Luis de Guindos buscó excusas para justificar el incumplimiento: la culpa la tienen los demás, la tiene todo el mundo menos el Gobierno y el PP. De esta forma el ministro de Economía declaró a los periodistas que la culpa de que la prima de riesgo española siguiera tan alta la tiene los países que cuestionan el futuro del euro. Textualmente declaró: " en estos momentos en la prima de riesgo de una serie de países se han reflejado las dudas sobre la continuidad del euro y eso hay que eliminarlo". Hizo estas afirmaciones a su llegada, antes de entrar en la reunión a sabiendas de lo que le esperaba dentro. Y dentro de la reunión no le quedó otra que agachar la cabeza y comprometerse a más 'ajustes'.