Como el mago que enseña una mano ostensiblemente al público para hacer el truco con la otra en la que no está reparando nadie, el PP lo ha vuelto a hacer. Por un lado, el Gobierno en funciones enarbola la urgencia de cerrar los Presupuestos Generales de 2017 y los compromisos con Europa con el objetivo de presionar al PSOE y que Mariano Rajoy tenga manos libres para formar su Gobierno. Por el otro, cambia sobre la marcha las reglas para el presente año y cierra el grifo del gasto en pleno verano unilateralmente dejando en la incertidumbre a cientos de organismos públicos y a las comunidades autónomas. Urge a cerrar las próximas cuentas mientras deja en el alambre lo presupuestado para las actuales.

Hacienda calcula que se ahorrarán unos 1.000 millones
La Administración General del Estado ya no puede incurrir en nuevos gastos para asegurar el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria, una medida que el Gobierno en funciones ha adelantado este año cuatro meses sobre la fecha en la que suele adoptarse. Hacienda mantiene que con esta decisión se conseguirá que “los distintos ministerios no incurran en gastos que no son prioritarios y servirá para seguir avanzando en la consolidación fiscal". Los gastos previstos en materias como pensiones o prestaciones de desempleo se desembolsarán de manera habitual, así como el gasto en personal público, el pago de la deuda o los aprobados directamente por el Consejo de Ministros. Lo que no se podrán es incurrir en procedimientos de gasto que no estuvieran ya aprobados. El Gobierno en funciones estima que ahorrará unos 1.000 millones de euros con esta medida.

Riesgo para el gasto social de las comunidades autónomas
El PSOE ha presentado una batería de propuestas en el Congreso en la que se incluye una Proposición no de Ley para, ante el cierre del ejercicio presupuestario 2016, garantizar “la percepción por las Comunidades Autónomas de los recursos económicos que les corresponden para la prestación de los servicios públicos fundamentales y para su desarrollo económico y social”, y es que temen que la medida acabe afectando a las políticas en esas áreas.

Saura: “Las cuentas siguen sin cuadrar y se traslada al Estado de Bienestar
El portavoz económico del grupo socialista en el Congreso, Pedro Saura, cree que esta necesidad del Gobierno en funciones de recortar gastos en la segunda mitad del año es la constatación del fracaso de la reforma fiscal de Rajoy, que define como “una política de transferencia” de las rentas bajas y medias a las altas y que acaba repercutiendo en el aumento del déficit, a pesar del discurso triunfalista del Ejecutivo en torno a la marcha de la economía. “Las cuentas siguen sin cuadrar, se hace una reforma fiscal porque supuestamente se podía y al final el aumento del déficit se acaba trasladando a un nuevo recorte del Estado de Bienestar, que es el verdadero enemigo de la derecha”, insiste Saura.

Para Saura, el comportamiento del Gobierno en funciones a la hora de decretar el cierre del gasto para lo que queda de año es una prueba más de que el PSOE no puede abstenerse para dejar gobernar a Rajoy: “Los socialistas no podemos apoyar por activa o por pasiva este tipo de políticas, no nos podemos abstener porque no vamos a estar en esa línea de recortes”.