El Gobierno insiste en que sopesará detenidamente si activar el rescate de España -el BCE ha dispuesto los mecanismos para comprar deuda soberana en los mercados secundarios pero están sujetos a nuevas condiciones macroeconómicas- lo que ha disparado las especulaciones sobre un posible retraso por razones políticas para minimizar los daños en las elecciones vascas y gallegas, como ocurriera ya con la postergarción de los presupuestos de cara a las andaluzas.

Presiones del entorno más 'liberal'
Pero mientras PSOE, IU o los sindicatos se oponen al rescate en sí por los recortes adicionales que supondría en una sociedad ya muy castigada, la derecha se ha dividido no tanto por si el rescate es necesario o no sino en torno a la premura a la hora de solicitarlo. El 'aguirrista' Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña (CEIM), urgió a acudir a la ayuda con rápidez presentando al país al borde de la "suspensión de pagos". Menos explícito, el expresidente José María Aznar y actual responsable de la fundación ideológica del PP, la FAES, instó desde un foro internacional a trasladar en "hechos" los mecanismos que había puesto el BCE a disposición de Rajoy.

Rosell discrepa de Fernández
Pero la patronal, que ha caminado de la mano del PP en reformas tan importantes como la del mercado laboral, está dividida en cuanto al rescate. El presidente de la CEOE, Joan Rosell, pidió este lunes al Gobierno "que no se precipite" en la decisión sobre un rescate de la deuda e invitó a emplear "de forma sabia el tiempo que se ha ganado" para tomar oxígeno. Advertía en cualquier caso de una parte de la prima de riesgo solo se eliminará "si España hace los deberes". Rosell se situaba así en la estrategia marianista de intentar relajar la prima de riesgo para controlar en lo posible los tiempos de las reformas para evitar una nueva imagen de sometimiento a la troika.

BBVA se uno a quienes reclaman urgencia
En cualquier caso, las presiones desde Bruselas y de parte del entorno de Rajoy se siguen produciendo, y este jueves se ha alzado en ese sentido una voz financiera tan de peso para el PP como la de Francisco González. El presidente del BBVA, cuyo ascenso al Olimpo bancario va unida a los designios de Aznar con las privatizaciones y nombramientos de los noventa, ha instado al Gobierno a que pida la ayuda "cuanto antes mejor" y "siempre que sea posible" mediante una línea preventiva de crédito o financiación.

Una 'zanahoria'... "en beneficio del país"
González se ha expresado así en un foro organizado por el diario ABC, aunque tras el 'palo' a Rajoy también ha ofrecido una 'zanahoria' mostrando su disposición a que el BBVA entre en el "banco malo" que impulsa el Ejecutivo para aglutinar los activos tóxicos inmobiliarios de la banca. El ministro Luis de Guindos pretende sumar el máximo capital privado a la iniciativa, y González anunció que ante las dificultades para captar inversores extranjeros estaría dispuesto a entrar "en beneficio del banco y de nuestro país".

Aplaude recortes mientras admite una larga recesión
Además, González aplaudió las medidas aprobadas por el Ejecutivo, pues cree que "van en la buena dirección" y permitirán que la recuperación llegue en 2014. A pesar de esa aprobación, admitió que las previsiones del banco son que la economía española se contraerá un 1,5 % en 2012 y entre un 0,5 y un 0,7 % en 2013. No ve el inicio del crecimiento hasta 2014. Según recoge EFE, a falta de una semana para que se conozca de forma desglosada el déficit de capital de las entidades españolas para soportar escenarios de estrés, durante su intervención el presidente del BBVA ha dado por buena la estimación de los 60.000 millones.