El plan de reestructuración de la CAM, la Caja de Camps, aún puede hacer que las cifras empeoren
El número total de despidos comunicados al Banco de España sumaba 12.640 trabajadores, pero esa cifra aún puede variar un poco. Todavía falta saber lo que dirá el nuevo plan de reestructuración de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), accionista de uno de los grandes fiascos económicos impulsados por la Generalitat de Valencia, como es Terra Mítica, y compañera de viaje en esta aventura de Bancaja y del propio Gobierno de Francisco Camps. Sus números han sido los grandes causantes de la ruptura del proyecto de fusión en el que bajo el nombre de Banco Base, se unían, además de la CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja de Extremadura. En cualquier caso, la CAM aportaría cerca de 2.000 despidos ella sola.

Bankia, el nuevo banco que lidera Cajamadrid, será el que más despida
A falta de ese último dato, los despidos de cajas próximas a gobiernos autonómicos del PP o cercanos suman 8.500 trabajadores, de los que 4.000 hay que ponerlos en el haber de Bankia, proyecto liderado por Caja Madrid y Bancaja (Madrid y Valencia, ambas comunidades del PP), y en el que las cinco cajas restantes ( La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja) que integran la fusión son meras comparsas con muy poco peso relativo en el conjunto y ninguna de ellas procede de un territorio con gobierno socialista.

El proyecto estrella de caja gallega, cien por cien ideado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo (PP), que consiste en unir Caixa Nova y Caixa Galicia, proporciona otros 1.200 despidos a la lista. Otra comunidad gobernada por el PP (La Junta de Castilla y León) ha influido y mucho en la fusión de Caja Duero y Caja España, que aportan su granito de arena con 850 despidos más. Y Caja Navarra, entidad de referencia de la Comunidad Foral en la que el Gobierno también es de derecha, suma otros 400 despidos.

En Cataluña los afectados podrían superar los 600
A todo esto se le podría sumar la reducción de más de 600 empleos pactados por UNIM (un conglomerado de cajas catalanas ubicadas en territorios históricos de CiU), con lo que la cifra final superaría los 9.000 trabajadores afectados. Eso supone más o menos las tres cuartas partes de los despidos previstos hasta ahora en los planes de ajuste aprobados para las fusiones de cajas aprobados por el Banco de España.