El Producto Interior Bruto (PIB) español crecerá un 0,7% en el tercer trimestre (2,8% en términos interanuales) y alcanzará un acumulado del 2,7% en 2025, una décima más de lo anteriormente esperado. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha revelado este martes la actualización del cuadro macroeconómico que fuera adelantado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes. “Pese al complejo contexto internacional, la economía española sigue presentando signos claros de fortaleza, tanto en el corto como en el medio plazo”, ha valorado el ministro.

Es una previsión prudente con respecto a lo que podemos esperar para el cierre”, ha añadido el responsable de la cartera económica. La mejora progresiva de las previsiones, pasando del 2,1% que apuntaban los analistas a finales del pasado curso a estimaciones que no bajan del 2,6%, general optimismo en el Gobierno, que considera que “la economía española se ha recuperado del Covid-19 sin cicatrices”. El Ejecutivo recuerda que España representó en 2024 el 40% de todo el crecimiento de la zona euro, pese a representar un peso del 10%, y fue la economía avanzada que más creció en el mundo, reconocimiento que se espera que reedite este año.

De cara a futuro, Cuerpo ha asegurado que no encontramos ante un crecimiento “equilibrado” y que “garantiza su sostenibilidad hacia delante”, con tasas de crecimiento que se mantendrán por encima del 2% en los años siguiente (2,2% en 2026 y 2,1% en 2027 y 2028), “muy por encima de nuestros principales socios”. El crecimiento para los tres años siguiente “estará anclado en la evolución del consumo e inversión privada” interna, lo que, atendiendo a la complicada coyuntura internacional, “es una garantía de sostenibilidad”, pues no depende en gran medida de la evolución del comercio y las relaciones internaciones.

Mercado laboral y productividad

Esta buena marcha macroeconómica, cuyo principal reto es la traslación a los hogares, fuertemente castigados por el precio de la vivienda, se sustenta en los cambios que disfruta el mercado laboral desde 2022.  La nueva normativa que rige las relaciones de trabajo es principal cambio económico que ha dado un vuelco al país, combatiendo por primera vez la temporalidad y apostando por un modelo de contratos estables, indefinidos y con mejores contraprestaciones económicas.

Para evidencia esta tesis, el ministro de Economía ha confrontado la composición del paro actual, con una tasa en torno al 10%, con la de un momento con un nivel de desempleo similar, como el año 2004. La gran diferencia es quién y en qué situación se encuentra en esa situación de indefensión. Hace 20 años, la tasa de abandono escolar estaba por encima del 30% y el perfil de desempleado era una persona con menor cualificación y, en consecuencia, mayor dificultad de cara a acceder al mercado laboral con unas condiciones mínimas.

Actualmente, la misma tasa de abandono es del 13% y los parados gozan de mucha mayor preparación, lo que ayuda a una reducción continuada del desempleo gracias a una población joven cada vez más formada. Con todo, el cuadro macro contempla que el ritmo de reducción del paro se mantenga, situándose por debajo del 10% para 2026 (9,6%) y por debajo del 9% para 2028 (8,7%). “Un ejemplo de modernización de la economía”, ha resumido Cuerpo. Esto, a su vez, llega de la mano de la “mejora continuada de la productividad”. “El primer objetivo para este comienzo de curso tiene que seguir siendo crecer, pero con el propósito de redistribuir este crecimiento y que este sea justo y acompañe a los hogares”, ha apuntado al ministro, asegurando que la una ganancia del poder adquisitivo de los hogares lleva varios años siendo muy superior a etapas anteriores.

Banco de España también mejora previsiones

También este martes, el Banco de España ha elevado dos décimas, hasta el 2,6%, su previsión de crecimiento de la economía española para este año, y ha mantenido sin cambios sus proyecciones de PIB para 2026 y 2027 en el 1,8% y el 1,7%, respectivamente. Los datos de cara a los próximos cursos son inferiores a los del Ejecutivo, tal y como ha sucedido en anteriores ocasiones y posteriormente han tenido que rectificarse, pero apuntan a una buena senda, por encima del resto de Europa.

Así lo refleja su informe de proyecciones de septiembre, en el que fundamenta la elevación de su previsión para este año en el mejor comportamiento de la actividad en el segundo trimestre, respecto a lo que había proyectado inicialmente, y en la revisión al alza de los datos de trimestres anteriores llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), especialmente del primer trimestre. En conjunto, el organismo espera que la economía española mantendrá "un ritmo de crecimiento robusto”.

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