Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, ha anunciado que Glovo vuelve a ubicarse bajo la lupa de la Inspección de Trabajo por una nueva presunta vulneración de la normativa. “La Inspección de Trabajo acaba de abrir otra investigación porque Glovo está vulnerando, presuntamente, la intimidad de los trabajadores fuera del desempeño de su actividad profesional”, ha confirmado la líder de Sumar, que ha utilizado este ejemplo como mal uso de la Inteligencia Artificial en materia laboral.

Durante el acto Metafuturo, organizado por Atresmedia, ha dado para mucho debate en torno a la IA, pero también ha dejado una nueva denuncia de Díaz a Glovo por su vulneración sistemática de la ley Rider. La lucha de la Inspección de Trabajo con Glovo parece no tener fin y las presuntas vulneraciones laborales acometidas por la compañía de reparto, muchas de ellas ya confirmadas y sancionadas, se suceden en el tiempo. Tanto es así que la empresa acumula ya más de 205 millones de euros en sanciones.

Los peligros de la IA

Más allá del caso concreto de Glovo, Díaz ha llamado a seguir investigando y estudiando para preparar un marco normativo que proteja a los trabajadores y garantice que la entrada de las nuevas tecnologías al mundo laboral haga retroceder los derechos de los empleados. “Toda la IA va a afectar a los trabajadores y al mundo de la empresa”, ha reconocido, por lo que ha apostado por mantener el debate en Europa- “Sería muy bueno que la UE dispusiera de una posición propia”, ha señalado, criticando la elección de EEUU por la no regulación.

“Tenemos que regular el uso general de la IA ante los enormes abusos que pueden proferir las grandísimas multinacionales”, ha continuado la vicepresidenta. Para este arduo cometido, debe contarse con todos los niveles.  Las empresas tienen que estar volcadas, desde su inversión, en la transformación de la empresa y de los puestos de trabajo, pero también las administraciones y universidades públicas”, ha explicado. Aspectos vitales, dado que la implantación de la IA está siendo más rápida que la reconversión laboral.  

El trabajo del futuro tiene que ser moderno y no tiene que venir precedido de las esclavitudes del pasado

“Efectivamente vamos a destruir unos puestos de trabajo que no generan mucho valor añadido, que no son sostenibles y son ineficientes en términos económicos”, ha confesado; pero “se trata de que tengamos un efecto sustitución y que sean alternados por otros que generan más valor añadido, productividad y bienestar en el mundo de las empresas”, ha desgranado la titular de trabajo. De la gestión de esta transición dependerá el futuro de los millones de trabajadores del mundo, dado que podría retrocederse siglos atrás en materia de derechos.

Díaz ha planteado una disyuntiva al respecto: “tenemos que elegir entre una sociedad tecnofeudalista, donde unos poquitos controlan el poder de las empresas a sabiendas de la vulneración de los derechos; o una salida democrática y consensuada, que es que tengamos una regulación mínima en el planteamiento laboral”. El posicionamiento de la todavía ministra es claro, por lo que ha llamado a desarrollar “una estrategia conjunta en la que la clave es la formación”.

No todo vale

Más allá de las líneas generales que deben reglar la IA, la vicepresidenta ha recordado que estas tecnologías no pueden desplegar sus tentáculos a todas las actividades laborales. “Entendiendo también que hay puestos de trabajo que, por mucha IA que tengamos, no son sustituibles”, ha defendido. Además, ha dejado claro que el retroceso, en favor de que el control llene cuatro bolsillos, no es asumible. “El trabajo del futuro tiene que ser moderno y no tiene que venir precedido de las esclavitudes del pasado. Tiene que estar acompasado por derechos humanos”, ha zanjado.

En este sentido, ha puesto en valor el avance español con la ley Rider, que inspiró el reglamento europeo que finalmente se descafeinó. “España ha hecho una norma revolucionaria en el mundo”, ha puesto en valor. Sobre los posibles descuelgues de esta, ha recordado que “una relación laboral está clara, da igual que se haga a través de una app o IA, sabemos cuando hay dependencia, ajenidad o los criterios clásicos de una relación laboral”. “Hay unas pocas empresas que hacen la huida del derecho laboral y hay un proceso de competencia desleal”, ha zanjado, volviendo a acordarse de Glovo.