Como era previsible, finalmente no ha habido acuerdo entre patronal y sindicatos. El pacto que casi se acarició días antes de las elecciones, finalmente no ha sido ratificado ante la vuelta a los planteamientos iniciales por parte de la patronal. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, culpó a la “prudencia” de los sindicatos del resultado, mientras que éstos acusaron al giro radical en los planteamientos de los empresarios.

"El Gobierno lo tiene fácil"
Rosell acudió a la rueda de prensa flanqueado por el secretario general de CEOE, José María Lacasa, y el presidente de Cepyme, Jesús Terciado, que han participado directamente en las negociaciones que se han desarrollado durante casi cinco meses. Según Rosell, dado el "esfuerzo importante" hecho por las partes, "el Gobierno lo tiene fácil" para legislar. "Esperamos que el Gobierno en eso sea valiente", ha dicho, antes de añadir que tratará de "influir" en su decisión.

Rosell quiere el control de las mutuas
Para empezar, ha indicado que el Gobierno podría aprobar antes la reforma de las mutuas laborales y las cuestiones acordadas entre las partes en materia de absentismo, ya que "si era bueno (lo acordado), lo sigue siendo ahora". El Gobierno, sin embargo, ya ha advertido que este tema quedará fuera del decreto al no haber habido acuerdo.

El objetivo de CEOE
Ese es el objetivo que, desde el lunes se había marcado CEOE: que fuera el Gobierno el que legislara porque, al tratarse de una norma con rango de Ley, que modifica el Estatuto de los Trabajadores, necesitaría del respaldo del Parlamento para ser convalidada. En el proceso de convalidación se pueden introducir enmiendas que modifiquen el proyecto, algo difícil de poner en práctica si se hubiera conseguido una reforma consensuada entre los agentes sociales. Una prueba del movimiento político que se inicia es el paso que ha dado CiU al decir, nada más romperse la negociación, que la norma que apruebe el Ejecutivo debe incluir cuestiones como la flexibilidad interna temporal, la "ultraactividad" de los convenios y los "incrementos salariales no automatizados según la inflación". Es decir, el mismo planteamiento que CEOE, a los que con toda seguridad se sumará el PP.

La sombra de las elecciones y del PP
Pese a que Rosell ha negado el vínculo ruptura-elecciones, lo cierto es que la postura de la patronal se endureció tras los comicios. El comité ejecutivo de la CEOE, celebrado el día 26, volvía a planteamientos sobre algunos temas que se creían ya superados. Como dicen los sindicatos,
Rosell ha sufrido “miedo escénico” y no ha sido capaz de enfrentarse a los más duros de su organización, con CEIM (presidida por el aguirrista Arturo Fernández) a la cabeza de una manifestación en la que también lideraban la patronal de las telecomunicaciones, Ametic; la de automoción, Anfac, y la de las grandes constructoras, Seopan.

Los sindicatos, además de la influencia en las negociaciones de las elecciones municipales y autonómicas, han apuntado al documento en el que el FMI pide reformas a Portugal en el ámbito laboral. "Alguien pensó que debía aprovechar el impulso portugués para hablar de una reforma que no estábamos negociando", añadió. "No es un problema de valentía, es un problema de objetivos distintos", concluyó el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo.

Los compromisos de España
España ha prometido a sus socios europeos esta reforma considerada clave para la dinamización del mercado de trabajo en un país con una tasa de desempleo superior al 21%, el doble de la media de la Unión Europea, y casi cinco millones de desempleados, en un momento en el que los mercados observan con desconfianza a los países periféricos de la eurozona y piden reformas estructurales de sus economías.

Decepción en el Gobierno
La decepción del Gobierno era patente esta tarde. Trabajo ha defendido hasta el último momento la necesidad del acuerdo entre los agentes sociales para una reforma que iba a establecer las nuevas relaciones entre empresas y trabajadores después de 30 años.