CaixaBank se comprometió con sus accionistas a vender en el mercado el 4,6% que aún le quedaba en Repsol desde el pasado 21 de septiembre de 2018 hasta finalizar este mes, marzo de 2019. Sin embargo, las fuertes caídas de las acciones de la petrolera en los últimos meses, fruto en gran parte de la caída del precio internacional del petróleo, está obilgando al banco a ampliar el plazo de venta de su paquete accionarial en Repsol, para no anotar pérdidas en sus arcas. 

Según informa hoy ElConfidencialla entidad presidida por Jordi Gual ya ha notificado la venta de otra porción de sus acciones, el 1,7% del capital de Repsol, en una operación cercana a los 400 millones de euros, con lo que su presencia en el accionariado de la petrolera ya es inferior al 3%. 

Otra cosa que Deloitte no ve

La tendencia bajista de las acciones de la empresa presidida por Antonio Brufau obligó a CaixaBank a anotarse pérdidas por valor de 453 millones de euros al reflejar en sus cuentas la venta de todas sus acciones de Repsol. Esto se debe a que el banco reflejaba en sus cuentas el valor de las acciones en la petrolera un 30% por encima de lo que marcaba el mercado al inicio de 2018, sin que su auditor de entonces, Deloitte, avisara o se pronunciase acerca de ello. 

El reto ahora es seguir con la venta de acciones atravesando el campo de minas de las alzas y bajas de las acciones de Repsol, que pueden volver a subir, con lo que merece la pena esperar, o seguir con su tendencia bajista, con lo que las pérdidas serían aún mayores.