La Comisión Europea, presidida por Ursula von der Leyen, ha impuesto este viernes a Google una nueva multa de 2.950 millones de euros por abusos monopolísticos en el sector de la tecnología publicitaria en internet (Adtech).
Bruselas sostiene que el gigante estadounidense se sirve de su posición dominante para favorecer sus propios servicios de tecnología de presentación publicitaria, en detrimento de servicios tecnológicos rivales, anunciantes y editores online.
La decisión, que se esperaba desde hace días pero se especuló con que fue aplazada por las tensiones comerciales entre Bruselas y Washington, al mando de Donald Trump, implica que Google debe poner fin de inmediato a estas prácticas contra la competencia y, al mismo tiempo, tomar medidas para evitar conflictos de intereses inherentes a lo largo de la cadena de suministro.
Tras el anuncio de la sanción, Google tiene ahora 60 días de plazo para informar al Ejecutivo comunitario sobre cómo piensa proceder al respecto. El caso se remonta cuatro años atrás, cuando la Comisión Europea anunció el inicio de una investigación en profundidad ante la sospecha de prácticas ilegales por parte de la tecnológica.
"La decisión de este viernes muestra que Google abusó de su posición dominante en la publicidad digital, perjudicando a editores, anunciantes y consumidores. Es un comportamiento ilegal de acuerdo a las normas antimonopolio de la UE", ha zanjado la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Competencia, Teresa Ribera, en un comunicado remitido tras conocerse la multa.
En este sentido, Ribera también ha advertido de que "Google debe ahora presentar una solución seria para abordar sus conflictos de interés" y que, de no hacerlo, la Comisión "no dudará en imponer fuertes medidas".
"Los mercados digitales existen para servir a la gente y deben basarse en la confianza y la equidad. Y cuando los mercados fallan, las instituciones públicas deben actuar para prevenir que los actores dominantes abusen de su poder", ha añadido.
Google recurrirá la multa
Google ha anunciado que recurrirá la multa de 2.590 millones de euros impuesta por la Unión Europea, la segunda mayor de su historia en un caso de competencia, ante las supuestas prácticas abusivas en las que lleva incurriendo la multinacional.
"La decisión de la Comisión Europea sobre nuestros servicios de tecnología publicitaria es errónea y la recurriremos. Impone una multa injustificada y exige cambios que perjudicarán a miles de empresas europeas, ya que les resultará más difícil obtener beneficios", ha señalado la vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, Lee-Anne Mulholland, en un comunicado.
"No hay nada anticompetitivo en prestar servicios a compradores y vendedores de publicidad, y hay más alternativas a nuestros servicios que nunca", ha añadido.
Tensiones entre Bruselas y Google
Tan solo dos días atrás, Bruselas frenó una multa contra Google por estos mismos motivos, aunque en aquel momento fue para evitar acrecentar las tensiones comerciales con Estados Unidos y para abrir un nuevo choque con la Administración Trump.
Y es que este escenario de tensiones entre la UE y el magnate de internet viene de lejos, puesto que el pasado mes de junio la abogada general del Tribunal de Justicia de la UE avaló la multa de más de 4.000 millones de euros a Google, la mayor sanción impuesta en la historia en la eurozona y que tiene como móvil éstas prácticas abusivas de la compañía para reforzar su papel dominante en el mercado de internet.