El Banco Central Europeo (BCE) se prepara para rebajar los tipos de interés de la eurozona por primera vez en los últimos ocho años. En concreto, los tipos bajarán un cuarto de punto hasta el 4,25%. De esta forma, comenzaría un ciclo a la baja de las restricciones monetarias. Esta sería la primera de las bajadas que los analistas estudian que habría dos bajada más, aunque todavía es incierto: en julio y septiembre. Algunos expertos especulan que pueda haber una tercera bajada a finales de año.

La última vez que se redujeron los tipos de interés de las tasas principales en la zona euro fue en 2016, con la presidencia de Mario Draghi. El italiano y antecesor de Lagarde los bajó hasta alcanzar el 0%. En cambio, la presidenta es conocida por llevar el mayor ciclo alcista de los tipos de interés en el BCE. En su mandato, subió estos del 0% que dejó su antecesor al 4,5%. Además de los tipos de interés para las operaciones de refinanciación, en la presidencia de Lagarde la tasa de depósito se ha situado en el 4%. Asimismo, en el caso de la tasa de facilidad de préstamo, se quedó en el 4,75%.

El crecimiento económico pone en duda futuros recortes

Si bien es seguro que en junio bajen los tipos de interés, lo más importante por saber es qué pasará con los recortes futuros. La subida de la inflación y el crecimiento económico de la eurozona ponen en duda que se vayan a producir más reducciones de los tipos de interés. Según señalan los expertos, esperan que haya tres recortes en 2024 en total. Olivia Feldman, economista y ciofundadora de HelpMeCash, en cambio, esgrime: "La única forma de qué haya más de dos bajadas en 2024, es que el crecimiento de la economía europea sea demasiado bajo, casi nulo". En esta misma línea, Tomasz Wieladek, economista jefe en T. Rowe Price, ha señalado que "aumentan los riesgos de que el BCE sólo recorte dos veces".

La política monetaria es la encargada de controlar y mantener la estabildad económica a través de la cantidad de dinero en circulación. Por ejemplo, buscan la estabilidad de los precios a través de fijar unos tipos de uinterés u otros. Cuando se aplican políticas restrictivas y se reduce el dinero en circulación, los precios bajan. De la misma forma, cuando se inyecta mñas dinero, aumenta la inlación. Por ello, los indicadores económicos condicionan las decisiones como los recortes que planea hacer el BCE.

Es posible que no haya un consenso en el Consejo de Gobierno del BCE en julio, lo que retrasaría reducir la restricción de la política monetaria en los próximos meses. Esta incertidumbre se genera, por una parte, por el repunte de la inflación en la eurozona, que en mayo ha alcanzado el 2,6% interanual. Por otra, por la mejora en los indicadores económicosen general de la eurozona como, por ejemplo, la subida de los salarios negociados hasta un 4,69%. Eso sí, todo depende de la evolución de los datos para saber cuántos recortes habrá.

Sin embargo, algunos de los analistas esperan que haya más información en julio y "mucha más en septiembre" para poder realizar el siguiente movimiento. En algunos casos, consideran que de ser así, sería un indicador claro de que el próximo movimiento se haría en septiembre.