Bankia ha obtenido un beneficio neto de 205 millones de euros en el primer trimestre de 205 millones, un 10,8% menos con respecto al mismo periodo del año anterior. La entidad, sin embargo, considera que esto se debe, sobre todo, a la aplicación de las nuevas normas contables y al mal resultado de las operaciones financieras, que han producido menos ingresos. Sin embargo, en lo que se refiere al núcleo de negocio de Bankia, que es la banca comercial pura, el resultado es de 305 millones de euros, un 0,3% más. 

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, en la presentación de estos resultados en la sede operativa de Bankia en Madrid, ha querido destacar que el banco sigue “a velocidad de crucero” en captación de clientes, digitalización y reducción de dudosos. Además, una vez concluida la integración operativa de BMN dentro de la red de Bankia, cree en breve comenzarán a notarse las sinergias para que 2019 sea un año de crecimientos sostenidos, trimestre a trimestre. “Lo más importante para nosotros durante el trimestre ha sido el continuo aumento del número de clientes”, declaró Sevilla, “en los últimos doce meses estamos ganando más de 137.000 clientes”. 

Más solvencia, más capital, mismos dividendos

En estos tres meses los activos no productivos de la entidad han bajado 500 millones de euros y se ha incrementado la ratio de capital en 22 puntos básicos, lo que ha supuesto un aumento en la clasificación de solvencia de Bankia, que pasado de BBB- a BBB, según Fitch.

En cuanto a la generación de capital, la entidad madrileña ha generado este trimestre 22 puntos básicos de CET Fully Loaded. Estos niveles de generación de capital, sin embargo, no se traducirán de momento en aumentos de los dividendos, aunque José Sevilla ha reconocido que no le parece una mala idea. 

No hay privatización a la vista

Sevilla no ha querido entrar en valorar el resultado de las elecciones, “las valoraciones políticas corresponden a los políticos”, ha zanjado, recordando que el equipo que gestiona Bankia ha tenido “excelente relación” con dos Gobiernos diferentes.

Con respecto a la eterna pregunta de cuándo se realizará la privatización de la entidad -actualmente controlada por el FROB-, el consejero delegado considera que no se trata sólo de qué Gobierno saldrá del Parlamento elegido ayer, sino de que el mercado esté en un momento mejor, dado que la buena salud de la entidad no se traduce en un aumento del precio de sus acciones. Los beneficios de Bakia dependen en gran medida de los tipos de interés, que en la práctica son negativos (la inflación es mayor que los tipos de interés) y de terminar de sanear sus recursos improductivos, que aún suman 10.400 millones de euros.