Nunca en democracia nos había costado tanto financiarnos. La "prima de riesgo", la diferencia entre el precio del bono español y el alemán a diez años, ha pulverizado todos los records y ha llegado a los 514 puntos básicos, mientras el viernes pasado batía otra marca negativa cuando al cierrre de los mercados se situó en 494 puntos básicos. La bolsa española tiene encima un batacazo histórico, con el Ibex semana tras semana por debajo de la línea psicológica de los 6.800, y además el paro en un 25% y creciendo. El destrozo lo ha agudizado la desastrosa gestión de Bankia, el gran banco del Partido Popular, presidido por deseo expreso de Rajoy por el que fuera todopoderoso vicepresidente de Aznar, Rodrigo Rato. Imaginemos que Bankia es el gran banco andaluz que se fusiona con la gran caja extremeña y que durante los últimos 15 años ha estado férreamente controlada por el PSOE y financiando los gobiernos autonómicos de Andalucía y Extremadura. Imaginemos que el presidente del banco hubiera sido un exvicepresidente del Gobierno de Zapatero y que se descubre el mayor agujero de la historia. El Partido Popular, con Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santa María a la cabeza, no estarían pidiendo una comisión de investigación. Estaría pidiendo la cárcel para los presidentes autonómicos socialistas, para el hipotético presidente socialista de Bankia y, por supuesto, estaría pidiendo la cárcel para Zapatero. La abrumadora mayoría absoluta del PP y el apoyo incondicional de la mayor parte de la prensa, evita al Gobierno de Rajoy un calvario. Falta por ver si se lo perdonarán los ciudadanos.
El Gobierno piensa ya en el rescate europeo
A Mariano Rajoy le sentó fatal que el nuevo presidente francés, Françoise Hollande, dijera en el transcurso de su primera visita a la Casa Blanca que España debería pedir ayuda al fondo de rescate europeo para arreglar la situación de sus bancos. Rajoy le contestó de manera desabrida con una frase despectiva, "probablemente el señor Hollande tenga más información que nosotros sobre nuestros bancos", vino a decir. Pues al parecer sí, los hechos demuestran que Hollande debía tener más información y debe ser más listo de Rajoy, porque dos días después de que Rajoy estuviera en Estados Unidos paseando con Merkel en el "barco del amor", el nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Gorigolzarri sacudió el sistema financiero europeo al desvelar que Bankia necesitará 19.000 millones de euros más de fondos públicos, lo que unido a las ayudas recibidas implica que Bankia se comerá 23.000 millones de euros. Son las mayores pérdidas de la historia del sistema financiero español y sus gestores siempre han llevado las siglas PP en la frente. Recordemos que los durísimos recortes en sanidad y en educación son "solo" diez mil millones de euros.
Pero el "precedente Bankia" ha llevado al presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, y al de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, a pedir el mismo trato para su bancos quebrados que para el madrileño. La petición del presidente catalán es de manual, pero la reivindicación del gallego, además protegido de Rajoy, ha tenido que sentar como un tiro al ministro de Economía, Luis de Guindos.
Con esta situación, y a la espera de la famosa auditoria encargada por el ministro de Economía a dos audioras extranjeras, se habla ya de 50.000 millones de euros para tapar el agujero de los bancos españoles, entre lo que ya se les ha dado y lo que falta. El estado español, que prácticamente tiene que destinar sus ingresos a pagar la prima de riesgo y las prestaciones por desempleo, no tiene dinero para "auxiliar" a los bancos españoles y si se confirman esas cifras a Rajoy no le quedará otra que pasar la "humillación" de pedir auxilio a Europa.
El tiempo se agota
O bien porque el PP se creía de verdad que solo con llegar ellos al poder se arreglaba todo o bien por tacticismo electoral, el hecho es que el Gobierno ha tardado demasiado en tomar medidas, se pasó los tres primeros meses con mensajes contradictorios entre los ministros de Economía y Hacienda y se dedicaron exclusivamente a hablar de herencia recibida. El caso es que los "mercados", aquellos que nos prestan dinero para seguir funcionando, han dicho que se acabó el tiempo para España. Y también lo ha dicho el Banco Central Europeo y la todopoderosa Alemania. El presidente del Gobierno tiene la obligación de dar la cara y, sobre todo, tiene la obligación de explicar a los españoles que es lo que piensa hacer. Ya lleva seis meses dirigiendo el país y como el mismo dijo hace unos días, "las decisiones se pueden tomar en 24 horas".
El Gobierno piensa ya en el rescate europeo
A Mariano Rajoy le sentó fatal que el nuevo presidente francés, Françoise Hollande, dijera en el transcurso de su primera visita a la Casa Blanca que España debería pedir ayuda al fondo de rescate europeo para arreglar la situación de sus bancos. Rajoy le contestó de manera desabrida con una frase despectiva, "probablemente el señor Hollande tenga más información que nosotros sobre nuestros bancos", vino a decir. Pues al parecer sí, los hechos demuestran que Hollande debía tener más información y debe ser más listo de Rajoy, porque dos días después de que Rajoy estuviera en Estados Unidos paseando con Merkel en el "barco del amor", el nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Gorigolzarri sacudió el sistema financiero europeo al desvelar que Bankia necesitará 19.000 millones de euros más de fondos públicos, lo que unido a las ayudas recibidas implica que Bankia se comerá 23.000 millones de euros. Son las mayores pérdidas de la historia del sistema financiero español y sus gestores siempre han llevado las siglas PP en la frente. Recordemos que los durísimos recortes en sanidad y en educación son "solo" diez mil millones de euros.
Pero el "precedente Bankia" ha llevado al presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, y al de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, a pedir el mismo trato para su bancos quebrados que para el madrileño. La petición del presidente catalán es de manual, pero la reivindicación del gallego, además protegido de Rajoy, ha tenido que sentar como un tiro al ministro de Economía, Luis de Guindos.
Con esta situación, y a la espera de la famosa auditoria encargada por el ministro de Economía a dos audioras extranjeras, se habla ya de 50.000 millones de euros para tapar el agujero de los bancos españoles, entre lo que ya se les ha dado y lo que falta. El estado español, que prácticamente tiene que destinar sus ingresos a pagar la prima de riesgo y las prestaciones por desempleo, no tiene dinero para "auxiliar" a los bancos españoles y si se confirman esas cifras a Rajoy no le quedará otra que pasar la "humillación" de pedir auxilio a Europa.
El tiempo se agota
O bien porque el PP se creía de verdad que solo con llegar ellos al poder se arreglaba todo o bien por tacticismo electoral, el hecho es que el Gobierno ha tardado demasiado en tomar medidas, se pasó los tres primeros meses con mensajes contradictorios entre los ministros de Economía y Hacienda y se dedicaron exclusivamente a hablar de herencia recibida. El caso es que los "mercados", aquellos que nos prestan dinero para seguir funcionando, han dicho que se acabó el tiempo para España. Y también lo ha dicho el Banco Central Europeo y la todopoderosa Alemania. El presidente del Gobierno tiene la obligación de dar la cara y, sobre todo, tiene la obligación de explicar a los españoles que es lo que piensa hacer. Ya lleva seis meses dirigiendo el país y como el mismo dijo hace unos días, "las decisiones se pueden tomar en 24 horas".